Si tu misantropía se desata cuando estás en un avión y un niño decide empezar a llorar, te gustará ver cuál es el método que utiliza este padre para silenciar el llanto de su hijo. Los padres de hoy en día ya no recurren a la técnica de mojar el chupete en azúcar para frenar los berrinches, sino que son mucho más resolutivos.

Lejos de suscribir la adicción al azúcar desde la infancia, prefieren fomentar trucos más asociados al síndrome de Edipo que a los problemas de sobrepeso. El secreto reside nada más y nada menos que en utilizar la ropa sucia de su madre para hacerle creer al niño que, en realidad, ella está junto a él. Si eres padre primerizo y no sabes cómo calmar a tu bebé, cúbrele con una camisa de su madre y disfruta del silencio y el sonido de los pájaros.