Por fortuna y por desgracia, Leticia Sabater ha regresado. Por fortuna porque tenemos risas aseguradas y, por desgracia, porque nuestros tímpanos queramos o no, sufren. ¿La razón? Su enésima intentona de triunfar en el mundo de la música al puro estilo Dinio y 'Hasiendo el amor'.

'El pepinazo' es su último hit y su videoclip la nueva forma de humillarse públicamente a través de Youtube después de 'La Salchipapa'. Ataviada con trikinis de distintos colores y unas gafas de aviador, Sabáter trata de entonar la letra de una canción que hace que la propia RAE se plantee patentar una licencia para el uso y manejo del lenguaje.

Frases como "7 gin tonics, un tequila y un buen pedo" ponen a Leticia en un nivel musical muy concreto digno solamente de estrellas de la lírica como Ámbar (antes conocida como Yurena o Támara) y su "No cambie, no cambie".

Leticia, que no termina de superar que ya no es una profesora de aerobic en 'Con mucha marcha', quiere seguir presente en la vida de los niños de los 90. Sin embargo, a sus 50 años no comprende que esos niños hoy se han convertido en hipsters, canis, modernos o, simplemente, en gente normal y que a ninguno de ellos, independientemente del colectivo urbano al que pertenezcan, les interesa su 'Pepinazo', sus trikinis o sus gafas de aviador.