Nunca un control de alcoholemia fue tan divertido. Blayk Puckett, un estudiante de la Universidad de Arkansas, fue parado por la policía para realizar un control de alcoholemia. Los agentes de policía vieron que Blayk circulaba a baja velocidad y con una luz de freno rota y sospecharon que quizá el joven iba en estado de ebriedad.

Pero nada más lejos de la realidad. Puckett estaba sobrio y los policías le preguntaron que qué era lo que llevaba en el bolsillo. Eran unas mazas y el joven respondió: "esto va a sonar raro pero soy un mago". Uno de los policías le instó a hacer algo de magia y Blayk cogió sus mazas y empezó a hacer malabares con bastante habilidad, dejando atónitos a los agentes, que grabaron en vídeo la hazaña.

Los policías, tras el divertido espectáculo, recomendaron a Puckett arreglar la luz y le desearon una buena noche. Malabares en un control de alcoholemia. No perdéis nada por intentarlo si queréis libraros de una nueva multa.