EPIK

Belenadas

Belén Esteban acepta el reto de Risto Mejide y se convierte en gamer por un día

La princesa del pueblo coge el ratón por unas horas para jugar al League of Legends

0
Belén Esteban acepta el reto de Risto Mejide y se convierte en gamer por un día

Princesa del pueblo. Hija predilecta de San Blas. Amiga de Tina y Mariví. La influencer de referencia entre las jubiladas (con permiso de Rosa Benito) y, ahora, youtuber. Concretamente, gamer. Tranquilos, Belén no ha llegado para atormentarnos con un canal de Youtube propio. Aunque pensándolo mejor, sería épiko que Belén abriese un canal para dar lecciones del tipo: "Cómo enseñar a tu hija a comer pollo" o "Cómo instaurar tus frases célebres en el refranero español".

Nada de eso amigos. Belén, al más puro estilo Barney Stinson, acepta todo reto que se le presenta por delante. Si Risto Mejide le lanza un guante para que juegue a la consola con CooLifeGame ella dice sí a ojos cerrados pensando que va a jugar al Tetris en una Supernintendo. Lo que comenzó siendo la entrevista con mayor expectación del Chester in Love, se convirtió en el reto más esperado en las redes tras el programa.

Sin embargo, cuando Belén ve que se trata de League of Legends la cosa cambia. La princesa del pueblo, como es obvio, no domina el terreno. Si se hubiese tratado del 'Angry Birds' otro gallo cantaría, pero aquí se juega con un ratón y Belén es zurda (incompetencia que utiliza para justificar su nula destreza en el videojuego).

Aunque la lucidez de la colaboradora durante su cameo gamer no dé para hacer una reseña en torno a eso, Belén nos ha dejado algún que otro momentazo mientras jugaba. Cuando por fin consigue matar al enemigo, Belén grita "Ala, he matado a tu madre, Jacky" y, al final del encuentro cuando conoce a la madre del youtuber (también aficionada a los videojuegos), le espeta: "Vicenta, dale ahí a tu marido, dale ahí que mueran los monstruos". Aunque parezcan declaraciones sin sentido y sacadas de contexto, en realidad, son simplemente sin sentido. Como diría tu abuela, Belén oye campanas y no sabe dónde.