Novak Djokovic es uno de los mejores jugadores de tenis de la historia. El actual número 2 del ránking mundial ha ganado en su carrera 12 torneos del Grand Slam y además cuenta con el cariño y la admiración de todos los aficionados a este deporte. Eso sí, el serbio no es perfecto y en Melbourne lo ha demostrado.

El australiano Dylan Alcott, doble medallista olímpico en silla de ruedas, retó durante un evento solidario en Melbourne a un Djokovic que sufrió jugando al tenis en silla de ruedas. El serbio era capaz de devolver las pelotas centradas pero en cuánto el tiro ejecutado requería un poco de movimiento era incapaz de devolver la bola. "Es el trabajo más duro que he realizado en mi vida", bromeaba Nole.

Nadie es perfecto, ni siquiera Djokovic, poniendo de manifiesto que no todo en el tenis es golpear a la pelota con la raqueta. "¡Oh Dios mío, tengo que jugar al tenis!", exclamó el serbio cuando consiguió por fin entender el funcionamiento de la silla de ruedas. Un verdadero espectáculo para los aficionados congregados en la Rod Laver Arena, la pista central del Abierto de Australia, que disfrutaron con las bromas de dos campeones que se unieron por una buena causa.