Hay experiencias imprescindibles en la vida. Compartir un piso con amigos o conocidos entra dentro de esa categoría. Al final de la travesía, pueden ser enemigos, personas que te dan completamente igual o hermanos. Es un proceso en el que no solo conoces mejor a esos individuos, también te pones ante el espejo. Hemos intentado adivinar algunos de los roles más repetidos. Quizá te indentifiques con uno, con ninguno o con todos. Búscate a ti y a tus compañeros.

El o la guiri que te descubre cosas insólitas

Es común que llegues nuevo a una casa y ahí haya un guiri. O bien que te quedes con una habitación libre en tu casa y de repente aparezca ese foráneo que te ayuda a reunir los euros que faltan. Poner a un extranjero en tu vida es genial. No solo porque si es recién llegado se infle a comida española y si descubre unas galletas que le gustan te llene la despensa de ellas y te invite a comértelas con él. Sino también porque tienen facilidad para descubrirte rincones de la ciudad en la que llevas años viviendo y que te habían pasado completamente desapercibidos.

El introvertido

Sabes que está... porque paga las facturas igual que tú. Se conformó cuando os conocisteis con la habitación que le tocó y cuando llegas a casa tienes que montar un CSI para saber si está o no. Lo bueno, que molestas poco. Lo malo... también que molesta poco. El único momento de confrontación que tendrás con él es cuando os levantáis por la mañana, asomáis la cabeza desde la puerta de la habitación, y se produce un cruce de miradas por saber quién irá primero al baño.

El que quieras que no, se sabe que es guarrete

O guarreta. Te cae muy bien e incluso es tu compi de piso favorito. Pero tienes que reconocerlo. Es guarrete. No de esos que son guarros al natural, sino de los que se sabe que ha pasado por el baño, que deja una 'señal' en la nevera con los dedos manchados de tomate o cuando toca limpiar se escaquea con frases perfectas para escabullirse como “barrer... ¿ahora después?”. ¿Ahora después? Que frase más perfecta para dejarte sin respuesta.

El Don Limpio

Es un (o una) brasas. Jabón es su segundo nombre. Sí, la casa tiene que estar limpia pero, en principio, la Reina de Inglaterra no va visitar por sorpresa. Es la reencarnación de Mónica Geller (de Friends) en tu piso. Eso sí, no seas mala persona. No te aproveches de su obsesión por la limpieza. Colabora, gañán.

El que peta el congelador de croquetas de su madre

Vuestro congelador es pequeño, y debe guardar un hueco para enfriar cervezas. Pero este compañero de piso no lo tiene claro. Su madre hace una visita al mes o incluso las manda por correo si hace falta. Pero ahí están, tantas croquetas congeladas que se podría hacer una pirámide con ellas.

El embajador

Tiene un poder especial: es el que está en contacto con el casero. Él maneja los tiempos. “Se paga hoy”, “fulanito pone más que no puso para las facturas”, “yo este mes me borro”… En realidad es un marrón, siempre haciendo malabares para cuadrar el momento de coincidencia entre tu persona, el dinero y el casero. Si puedes, escaquéate.

El que pone la consola

Su figura es imprescindible en el piso. No vais a comprar una consola en común. Si no os ponéis de acuerdo para el papel higiénico, imagina para una derrama de tal calibre. Por ello, el generosísimo ser humano que aporta su propia máquina de videojuegos se convierte en un candidato a la canonización pisera. Él sabe que los mandos acabarán destrozados, pero no le importa. Es muy buena gente.

El ennoviado

Hay varias cosas que no abandonan el piso. La nevera, la televisión o la pareja de este sujeto. Te da la sensación de que pasa más tiempo en casa que cualquiera de los residentes oficiales. Y, para colmo, no paga alquiler. Es una situación complicada que te conviene no agitar demasiado. El día que tu tengas pareja no querrás asumir extras.

El breve

Es esa persona que pasa por el piso como un suspiro. Agarra una de las habitaciones durante un tiempo y, sin apenas explicaciones, carretera y manta. Te encariñas y coges confianza con el individuo... Mala idea. A las pocas semanas se irá con su pareja, con sus padres o con un colega. Aprende a identificarlos.

El Julio Iglesias

Haz todo lo posible por no vivir pared con pared con este elemento. Te amargará muchísimas noches, sobre todo si lo de ligar se te da como al Benfica lo de ganar finales. Si no te queda otro remedio, llena el muro que os une de hueveras.

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El organiza-fiestas

Hace mucho que os mudasteis. Ya no es una novedad, así que conviene elegir convenientemente las fiestas que organizas. Sobre todo, por la pereza que da recoger la casa después. Este individuo es el que siempre tiene ánimo para que la casa se llene de seres humanos pero luego se esconde como una comadreja cuando toca limpiar.

El amante del ruido

Mucho cuidado. Está educado en la doctrina de la televisión atronadora. Que controle el mando es una tortura. Si tu habitación está cerca del salón y él lo tiene entres sus manos, prepárate. Y cuando lleguen los anuncios... Ni las mejores dicotecas de la Ruta del Bakalao. Antes de abandonar la zona común, baja el nivel del sonido y esconde el mando.