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Frases de Harry Potter que son más graciosas cambiando 'varita' por otra palabra

Hemos cogido algunas frases de Harry Potter para sustituir la palabra 'varita' por otra palabra. Nunca volverás a leer los libros de la misma manera

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Frases de Harry Potter que son más graciosas cambiando 'varita' por otra palabra

Harry Potter ha vuelto más fuerte que nunca, si es que alguna vez se fue. Con el estreno de la obra de teatro y del mismo libro, Harry Potter y el legado maldito, lo cierto es que los pottereheads -así son conocidos los fans de la saga de J. K. Rowling- han desempolvado los libros y las varitas mágicas para darle la bienvenida a este spin-off, que no el único. Mientras tanto, queda menos de un mes para el estreno de otra película de la saga, Animales fantásticos y dónde encontrarlos, basada en el libro homónimo de la autora de Harry Potter.

En homenaje al regreso del mundo mágico, hemos abierto los libros de nuevo para jugar a sustituir la palabra 'varita' por otra (un cambio popular en este hilo de Reddit es hacerlo por 'polla', como propuso el usuario All_your_secrets). Y, la verdad, es que se te pueden ocurrir propuestas con las que no podrás parar de reír. Te dejamos los huecos con XXXXXX.

1. Harry Potter y la piedra filosofal

Bueno... yo fui también a Hogwarts y, si he de ser franco, me expulsaron. En el tercer año. Me rompieron la XXXXXX en dos. Pero Dumbledore dejó que me quedara como guardabosques. Es un gran hombre.

— Ni lo menciones —dijo Hagrid con aspereza—. No creo que los Dursley te hagan muchos regalos. Ahora nos queda solamente Ollivander, el único lugar donde venden XXXXXX, y tendrás la mejor. Una XXXXXX mágica... Eso era lo que Harry realmente había estado esperando.

En cambio, tenía Grageas Bertie Bott de Todos los Sabores, chicle, ranas de chocolate, empanada de calabaza, pasteles de caldero, XXXXXX de regaliz y otra cantidad de cosas extrañas que Harry no había visto en su vida.

Harry tocó la XXXXXX. Sintió un súbito calor en los dedos. Levantó la XXXXXX sobre su cabeza, la hizo bajar por el aire polvoriento, y una corriente de chispas rojas y doradas estallaron en la punta como fuegos artificiales, arrojando manchas de luz que bailaban en las paredes.

Harry se puso de pie. Le faltaba el aire. Ron estaba allí, con la XXXXXX todavía levantada, contemplando su obra. Hermione fue la que habló primero.

—¿Está muerto?

—No lo creo —dijo Harry—. Supongo que está desmayado.

Se inclinó y retiró su XXXXXX de la nariz del trol. Estaba cubierta por una gelatina gris.

—Puaj... qué asco.

2. Harry Potter y la cámara secreta

La señora Weasley se paró delante de ellos, con las manos en las caderas y paseó la mirada de uno a otro. Llevaba un delantal estampado de cuyo bolsillo sobresalía una XXXXXX mágica.

La profesora McGonagall volvió a levantar su XXXXXX y apuntó con ella al escritorio de Snape. Sonó un ¡plop! y apareció un gran plato de emparedados, dos copas de plata y una jarra de zumo frío de calabaza.

Un estruendo resonó en todo el estadio, y del extremo roto de la XXXXXX de Ron surgió un rayo de luz verde que, dándole en el estómago, lo derribó sobre el césped.

Ryddle se incorporó, buscando la XXXXXX. Consiguió cogerla, pero el muchachón se lanzó sobre él, se la arrancó de las manos y lo tiró de espaldas contra el suelo, al tiempo que gritaba: ¡NOOOOOOOO!

 Al coger su XXXXXX, Harry sabía que no le iba a servir, que había demasiadas arañas, pero estaba decidido a hacerles frente, dispuesto a morir luchando. Pero en aquel instante se oyó un ruido fuerte, y un destello de luz iluminó la hondonada.

3. Harry Potter y el prisionero de Azkaban

Bienvenido al autobús noctámbulo, transporte de emergencia para el brujo abandonado a su suerte. Alargue la XXXXXX, suba a bordo y lo llevaremos a donde quiera.

—Buenas tardes —dijo—. ¿Podríais, por favor; meter los libros en la mochila? La lección de hoy será práctica. Sólo necesitaréis las XXXXXX.

Sacó la XXXXXX, tocó con ella el pergamino y pronunció:
—Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

De repente, como un chorro, surgió algo del extremo de su XXXXXX. Era como un gas plateado.
—¿Lo ha visto? —preguntó Harry entusiasmado—. ¡Algo ha ocurrido!

—Muy bien —dijo Lupin sonriendo—. Bien, entonces... ¿estás preparado para probarlo en un dementor?

Pettigrew había saltado para coger la XXXXXX caída de Lupin. Ron, inestable a causa de la pierna vendada, se desplomó en el suelo. Se oyó un estallido, se vio un relámpago y Ron quedó inmóvil en tierra. Otro estallido: Crookshanks saltó por el aire y volvió a caer al suelo.

4. Harry Potter y el cáliz de fuego

Depositó ruidosamente en la mesa de la cocina una cazuela grande de cobre y comenzó a dar vueltas a la XXXXXX dentro de la cazuela. De la punta salía una salsa cremosa conforme iba removiendo.

—Y ahora —bramó la voz de Ludo Bagman— tengan la bondad de alzar sus XXXXXX para recibir a... ¡las mascotas del equipo nacional de Irlanda!

No solía separarse de su XXXXXX cuando estaba en el mundo mágico, y hallarse sin ella en aquella situación lo hacía sentirse muy vulnerable.

Antes de que la puerta del carruaje se abriera, Harry vio que llevaba un escudo: dos XXXXXX doradas cruzadas, con tres estrellas que surgían de cada una.

Dumbledore sacó la XXXXXX de la túnica y apoyó la punta en el canoso pelo de su sien. Al separar la XXXXXX, el pelo parecía haberse pegado a la punta, pero luego Harry se dio cuenta de que era una hebra brillante de la misma extraña sustancia plateada que había en el pensadero. Dumbledore añadió a la vasija aquel nuevo pensamiento, y Harry, anonadado, vio su propia cara en la
superficie de la vasija.

5. Harry Potter y la Orden del Fénix

No había ni rastro de lo que había causado la detonación, pero en cambio unas cuantas caras miraban desde varias ventanas cercanas. Harry se guardó apresuradamente la XXXXXX en los vaqueros e intentó adoptar una expresión inocente.

—Ten la XXXXXX preparada —le dijo a Harry cuando entraron en el paseo Glicinia—. Ahora no importa el Estatuto del Secreto; de todos modos lo vamos a pagar caro, tanto da que nos cuelguen por un dragón o por un huevo de dragón.

¿Y si fallaban en su contra? ¿Y si lo expulsaban del colegio y le partían la XXXXXX por la mitad? ¿Qué haría entonces, adónde iría? No podía volver a vivir siempre con los Dursley, y menos ahora que conocía aquel otro mundo, el mundo al que pertenecía en realidad.

Cada vez que nombraba una bebida, daba una sacudida con su corta XXXXXX, y una taza o un vaso aparecían sobre su mesa.

Harry se arrodilló a su lado mientras Neville salía de debajo de la mesa y se arrastraba rápidamente hacia ella, con la XXXXXX en ristre.

6. Harry Potter y el misterio del príncipe

—Vas a necesitar tu XXXXXX, Bellatrix —dijo Snape con frialdad. Ella la sacó con estupefacción—. Y tendrás que acercarte un poco más —añadió.

Creyendo que la mano de Voldemort se desplazaba hacia el bolsillo donde tenía la XXXXXX, Harry estuvo a punto de gritar una advertencia que habría resultado inútil, pero, antes de que lograse reaccionar, Voldemort había salido y la puerta se estaba cerrando tras él.

Sólo había un metro de distancia entre las viscosas paredes, que brillaban como alquitrán mojado, iluminadas por la luz que emitía la XXXXXX de Dumbledore.

—Saca tu XXXXXX y sígueme, Harry —ordenó en voz baja. A continuación abrió la verja y recorrió con rapidez y sigilo el sendero, seguido del muchacho; luego empujó muy despacio la puerta de la casa con la XXXXXX en ristre—. ¡Lumos!

—No necesitabas clavarme la XXXXXX tan fuerte —refunfuñó, poniéndose en pie con dificultad—. Me has hecho daño.

7. Harry Potter y las Reliquias de la Muerte

Dirigió una vez más la XXXXXX hacia los árboles y arbustos de los alrededores, en busca de una silueta humana, del destello de un ojo, en vano.

—¡No pienso tranquilizarme! —gritó ella. Harry nunca la había visto perder las casillas de ese modo; parecía enloquecida—. ¡Devuélveme la XXXXXX! ¡Devuélvemela!

—¡Salid de ahí con las manos arriba! —gritó una voz bronca en la oscuridad—. ¡Sabemos que estáis ahí dentro! ¡Hay un montón de XXXXXX apuntándoos y no nos importa a quién maldigamos!

—Y esto nos lo quedamos —dijo Ron en voz baja, arrancándole la XXXXXX a Colagusano.
Una vez despojado de su XXXXXX, Pettigrew se vio impotente y el miedo le dilató las pupilas. Y en vez de mirar a Harry a la cara, desvió la vista hacia otro lugar, al mismo tiempo que sus dedos de plata se acercaban inexorablemente a su propio cuello.

El Señor Tenebroso alzó la XXXXXX de Saúco, sujetándola con delicadeza y precisión, como si fuera la batuta de un director de orquesta.
—¿Por qué no me funciona, Severus?