Mil kilómetros en bicicleta en poco más de 48 horas y sin hacer apenas descansos. Ese el reto que se propusieron tres deportistas veganos para demostrar que es posible no tener límites a pesar de llevar una dieta que no requiere matar animales. Y lo han conseguido.

Los españoles Alberto Peláez y Fran Godoy y el alemán Jochen Eckert llegaron este jueves por la noche a Suances (Cantabria) después de salir el pasado martes de Tarifa y completar el recorrido de lo que han llamado Transibérica por los Animales. Se han cruzado España de sur a norte por carreteras nacionales, pistas y carriles bici acompañados de varios amigos que les servían de apoyo por tramos. El objetivo detrás de cada pedalada, recaudar el máximo dinero posible para tres protectoras y santuarios animales y la Fundación SOS Himalaya, dedicada a prestar ayuda en Nepal tras el catastrófico terremoto que sufrió el país en 2015.

"Nuestro objetivo con este reto es informar de que se puede llevar una vida completamente normal y sin limitaciones sin hacer uso de los animales y ayudar a varias asociaciones. Sin imponer nada a nadie, pero demostrando que se puede llevar una vida sin carencias porque hay muchos tabúes en torno al veganismo", cuenta Alberto Peláez a Epik por conversación telefónica este viernes, aún "roto" por el esfuerzo.

El camino hasta la meta no ha sido fácil a pesar de que los tres son deportistas de élite con varias ultramaratones a sus espaldas. "Hemos tenido nuestros momentos de crisis, y algunos en los que lo veíamos realmente negro al pasar por Cáceres, donde descansamos un poco, pero ahora estamos muy satisfechos", dice Peláez, vegano desde hace seis años y defensor desde entonces de que una alimentación de este tipo no choca con el deporte de primer nivel.

Por el camino, para reponer fuerzas, revuelto de quinoa, arroz con verduras, o bocadillos de seitán han formado su dieta junto con fruta y frutos secos, además de los complementos de vitamina B12 que los deportistas recomiendan tomar a cualquier vegano. "Y un arroz con leche vegana que hace mi madre y está buenísimo" remata el ciclista.

Al final han conseguido cumplir el objetivo en 54 horas y con un sistema de 'venta' de sus kilómetros en forma de donaciones han conseguido recaudar ya más de 6.500 euros.

"Nos falta por contar todos los kilómetros vendidos de forma física, que son una buena parte, por lo que confiamos en que la cifra siga aumentando", cuenta Peláez, que ya había participado en un reto similar el año anterior al cruzar en bici los Pirineos, también con el fin de recaudar fondos.