El mundo cañí de la conducción nos ha regalado estampas para el recuerdo. Desde coches sin puertas por la autovía a otros tirados por mulos. Un vecino de Adelaida (Australia) ha entrado en la misma categoría con una innovadora (y prohibida) iniciativa. Ha utilizado una sartén para sustituir al volante de su coche. No sabemos qué fue del volante original. Quizá hace de rueda en su moto.

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Así, este joven de 32 años se reivindica en el club MacGyver. Si no has visto ningún capítulo de la serie, iba de un agente encarnado por Richard Dean Anderson que solucionaba cualquier desafío al que se enfrentaba con más ingenio que Iniesta cerca del área. El protagonista de la serie americana utilizaba clips, chicles, lápices... El protagonista de nuestra historia se basta con una sartén.

La policía del sur de Australia le detuvo el domingo después de recibir quejas de varios vecinos. Al parecer, en torno a las ocho de la tarde, varios se alertaron por un coche que deambulaba de forma sospechosa por el barrio, según recoge la nota de prensa difundida por la policía. Cuando los agentes se desplazaron al lugar de los hechos inspeccionaron el coche... y se encontraron el instrumento de cocina.

Cambiar el volante por una sartén ya es delito suficiente como para llamar la atención de la policía. No quedó ahí la cosa. Además, el vecino de Adelaida había modificado el número de su matrícula. Y hay más: no llevaba documento de identidad, el coche no tenía seguro y otra ristra de infracciones (entre otras, inclumplimiento de la fianza por un delito no especificado).

Su coche será retenido durante un mes. Él se las verá ante un juez el 11 de octubre. En definitiva, como moraleja final, no uséis utensilios de cocina para reparar el coche. Como muchísimo, podéis rascar el hielo con una espumadera.

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