A algún brasileño se le podría olvidar la Copa América que ganaron 'no sé cuando' o el Mundial que levantaron hace 'tantos años'. Lamentablemente, las desgracias son las que se graban a fuego. Y no hay mayor pesar en la historia del fútbol brasileño que el 1-7 que encajaron ante Alemania en el estadio Mineirão en las semifinales del Mundial 2014. Aquello fue como si Leticia Sabater desafiase a Freddy Mercury en un karaoke.

Europeos y sudamericanos vuelven a cruzarse en lo alto de un gran torneo. De nuevo en Brasil, pero en otra competición. Los amarillos han alcanzado la final tras aplastar por 6-0 a Honduras, mientras que los teutones vencieron por dos tantos a Nigeria. Podremos disfrutar de la gran final en busca del oro el sábado a las 22:30.

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Los jugadores son otros, pero las cuentas pendientes son las mismas. La mejor prueba de ello la encontramos en la página web brasilalemanhaeterno.com. En esta web, el resultado continúa aumentando con la misma proyección que lo hizo el histórico 1-7 de Maracaná. En la imagen aparecen Marcelo y Julio César, lamentándose tras uno de los muchos goles encajados.

El viernes a las siete de la tarde, el resultado era para grabarlo en letras de oro: 92.649-12.353. Los alemanes ya irían ganando por 80.000 goles si el partido continuase en marcha. Muller hizo el primero de los visitantes al principio del choque. Nadie podía esperar lo que pasaría a continuación.

Del minuto 23 al 29, Alemania marcó otros cuatro goles. Klose, Kroos por partida doble y Khedira derribaron de forma cruel al equipo de Dunga. La defensa fue endeble y el ataque alemán, un tanque. Schürrle hizo otros dos en la segunda parte y Óscar logró el único tanto local en el último minuto.

Las redes sociales se mofaron de la derrota brasileña con una intensidad casi dolorosa.

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