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DEPORTE VERANIEGO

Así se juega a balonmano playa según las campeonas del mundo

Una de las flamantes triunfadoras españolas en el Mundial de Balonmano Playa descubre para Epik el “mejor” deporte para el verano. Mola muchísimo

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Así se juega a balonmano playa según las campeonas del mundo
IHF / Gaële Louis

El ‘soy español, ¿a qué quieres que te gane?’ empieza a diluirse, pero hay selecciones que lo mantienen en pie. Por ejemplo, las conocidas como ‘las guerreras de arena’, el combinado español de balonmano playa. Acaban de proclamarse campeonas del mundo tras vencer a la todopoderosa Brasil en el torneo celebrado en Hungría. Mucho se ha escrito sobre el título que acaban de levantar, pero no lo suficiente sobre el magnífico y desconocido deporte  que practican.

Una leonesa (a 142 kilómetros de la playa más cercana) es la encargada de descubrir para Epik vía telefónica los secretos del balonmano en la arena. Raquel Caño ya había triunfado esta temporada como máxima goleadora de la liga española. Se hinchó con su club, el Esencia 27 Club León Balonmano, y también ha destacado en la selección. Lo curioso es que lo primero lo hizo en pista y lo segundo, en la arena. Caño suele jugar al balonmano de toda la vida, con sus siete jugadores, sus botes normalitos y sus goles que valen un solo punto. Cuando pega el sol, cambia de disciplina.

“El balonmano playa es muy divertido. Es muy diferente a lo que te esperas que sea. La espectacularidad, la rapidez del juego, los cambios a toda velocidad, el ‘fly’ y los giros, las técnicas defensivas… Todos eso sumado hacen que sea muy bonito”, indica la jugadora leonesa, dispuesta a explicar paso a paso el deporte que acaba de encumbrarla.

Juegos cuatro contra cuatro: “A diferencia del balonmano, con siete jugadores, aquí somos tres de juego más un portero. Cuando se ataca, se hace con superioridad, ya que el portero se cambia por un jugador”.

Cambios a tutiplén. “Ilimitados. Normalmente, de los cuatro jugadores siempre se cambian dos en función de si atacas o defiendes”. Es decir, es un deporte de especialistas. El entrenador da entrada a las mejores atacantes cuando se tiene la posesión y a las mejores defensas cuando se pierde. La portero si se cambia siempre en ataque. “Nosotras, esta vez, hemos optado por no dos, sino tres cambios en cada jugada. Ha sido una de las claves de la victoria”, añade. En resumen, en esto se parece al fútbol americano.

Como el voleibol, por sets. “Aquí no gana el que más goles marca, sino el que gana más sets. Eso nos dijo el míster tras perder el primero ante Brasil”. Tras el descanso de la final, un set abajo, las españolas sabían que sus posibilidades seguían intactas: “Ganamos el segundo set y después venía el ‘shoot-out’, que viene a ser la tanda de penaltis del balonmano normal pero a base de contra-ataques”.

Si te flipas, gol doble. “Hay varias formas de que tu gol valga por dos. Una es si al lanzar, haces un giro de 360 grados en el aire. Otra forma es un ‘fly’, que es marcar recibiendo y disparando mientras en el aire”. No, si combinas las dos no vale cuatro puntos. “Hay un jugador en particular cuyos goles siempre valen doble. Hay dos posibilidades, que sea el más ‘jugón’ del equipo o un gran lanzador”. La última posibilidad para lograr gol doble destruye un refrán de la niñez. En balonmano playa, de portería a portería no es guarrería, “vale doble”.

Defender con cuidado y ojo al bote. Como en el balonmano normal, puedes botar. Pero claro, la arena es más irregular que un campo de patatas. “Lo que se hace es posar el balón en la arena y volver a cogerlo”, indica Caño.  También resulta curiosa la defensa, ya que “no puedes tocar al atacante; toda la defensa se hace con los movimiento y la posición del cuerpo”. Eso sí, si el atacante se abalanza sobre ti es falta en ataque, “pero tú no puedes tocar, lo que contrasta muchísimo con el balonmano de pista; tienes que leer muy bien el juego, anticiparte y tapar agujeros”. En definitiva, “es un deporte en el que prima el ataque".

En resumen, cuatro contra cuatro, todos los cambios que quieras, ojo a los goles dobles, dos sets y si empatas, a muerte súbita. Así las cosas, parece un deporte más cansado que en la pista, “pero hay tanto cambios; es verdad que muy explosivo, lo que al final lo hace más bonito”. “El primer año me costó acostumbrarme a las diferencias con el balonmano de pista, ya que las acciones son muy distintas, pero te acabas haciendo”, apostilla.

Cuando haces bien todo lo anterior, campeonas

Las reinas de la arena conocen al dedillo esta cutre-guía. En Bulgaria, durante el campeonato del mundo, sentaron cátedra, tanto que derribaron en la final a las grandes favoritas: “Lo veíamos posible. Habíamos tenido una muy buena trayectoria, ganando casi todos los partidos por dos sets a cero. Sabíamos que podíamos tutearlas. Nos veíamos capaces, aunque al principio del torneo ellas parecían un punto por encima”. Solo por historia, las sudamericanas resultan temibles. Han ganado siete veces el Mundial, ante el vacío de España antes de la gloriosa final de Budapest. No importó.

“El próximo año estaremos con los Juegos Mundiales de Polonia. Además, también se juega el Europeo. Es clave para que nos afiancemos”, añade la leonesa, con vistas a futuro.  De momento, no son deporte olímpico, pero todo se andará: “Ya estamos en el programa para 2024. Hace poco hicimos una exhibición ante el Comité Olímpico Internacional. Ya veremos…”.

-Y una última pregunta pensando en los que leen este artículo ante el mar, ¿por qué deben ponerse ahora mismo a jugar a balonmano playa?

-Porque es un deporte muy bonito. Te hace sentir muchas sensaciones que hacen que todo el lo prueba o lo ve se enganche. Animo a todo el mundo a verlo. No es más que dos sets de diez minutos. Es muy divertido.

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