La liga ya lleva unas jornadas disputadas, y con ella ya has podido dar tus primeros pasos en el Comunio, ese juego que ha hecho que muchos aficionados estén más encima de sus equipos que los propios técnicos de Primera. Si participas en esta liga virtual, seguro que conoces a tus peores enemigos: tus amigos. Te presentamos los 7 tipos de jugador con los que te enfrentas. ¿Cuál de ellos eres tú?

El enajenado

Dejó a su novia porque necesitaba un tiempo… para centrarse en Comunio. Para él esto no es un pasatiempo, está en juego su honor. Lo primero que hace cada mañana al despertar es abrir Comunio para comprobar el mercado de jugadores. Lo sabe todo acerca de la liga. Se rumorea que tiene el Whatsapp de sus fichajes para poder ver la última hora de conexión y así saber si se han ido pronto a la cama y llegarán descansados al partido.

El que se unió por probar

Se pasó la liga pasada oyendo continuamente a sus amigos hablar de sus respectivos equipos en Comunio. Este año no ha querido quedarse fuera… pero en la segunda jornada ha dejado de jugar. Todos le animaron a que se uniera a Comunio con ellos pero ahora se ha convertido en un miembro peligroso. En primer lugar porque puede optar por malvender jugadores valiosos a sus amigos (dando un ventaja significativa a los elegidos) y en segundo lugar porque pueden quedarse en desuso algunos jugadores cotizados. ¡No adulteres la liga!, ¡si no vas a jugar, dales alas para que otros disfruten de ellos!

El que remonta

Puede suceder de muchas maneras, pero siempre hay alguien que coge carrerilla bien entrada la liga. Es posible que tuviese muy buen ojo con sus fichajes iniciales y se hiciese con un jugador que terminó dando más de lo que se esperaba de él, revalorizándose así su precio virtual. También puede ser un golpe de suerte. Sea por uno u otro motivo siempre achacará su éxito a una estrategia calculada y precisa, cosa que al enajenado no le gustará un pelo.

El peligrosamente rico

“El rata” para sus enemigos. Se toma tan en serio el dinero virtual como si fuese el suyo propio. Procura gastar lo menos posible (cree que al final del juego le ingresarán en su cuenta el dinero que haya ahorrado en Comunio). Su equipo es más bien mediocre, pero cuando salga un jugador estrella él podrá comprarlo sin pedir créditos. Este ricachón suele generar una situación no deseada: tiene un equipo bastante corriente con una superestrella, pero ni el Real Madrid es solo Cristiano Ronaldo ni El Barça es solo Messi. El peligrosamente rico consigue acaparar a un gran futbolista y estar sin embargo en los últimos puestos de la tabla de su grupo de Comunio. Con su estrategia ganará jornadas pero no la liga.

El chanchullero

Para él es muy importante ganar pero no está en juego su honor... porque no tiene. No hablará como todos por el grupo de Whatsapp, abrirá conversaciones privadas con cada uno de los miembros para especular, lanzar falsas ofertas para que otros compren más caro… Cuando diga que va a hacer algo, ten por seguro que hará lo contrario. No te fíes de los rumores que el chanchullero te cuenta. Puede parecer el miembro más indeseable del grupo pero sin él Comunio no tendría tanta emoción.

El kamikaze

Compró a Kaká cuando llegó al Real Madrid en la primera jornada de liga. Apuesta fuerte y no piensa en el mañana. La palabra “estrategia” no está en su vocabulario. Puede comprar a un jugador estrella porque cree que le garantizará el éxito del mismo modo que puede comprar a otro porque le gusta su peinado. Infla el mercado, desconcierta a los demás jugadores y no tiene miedo a nada. Ha venido a jugar y que le vaya bien o mal es solo cuestión de suerte.

El administrador que se cree el rey del Mundo

Nos comentáis que se nos ha pasado un séptimo tipo de amigo que existe en todas las ligas de Comunio. Y tenéis razón. Él es el administrador, un subgrupo que admite dos tipos de especies. El primero es el que por haber creado la liga se cree con derecho de pernada sobre el resto. Intentará trazar reglas inexistentes cuando no le vaya las cosas bien y recordará su puesto como administrador siempre que sea necesario. Además, te mirará mal siempre que propongas que entre un amigo nuevo que no entre en su círculo habitual. Si tienes suerte, entrará, sino, te recordará que la liga es solo para los que habéis estado año tras año. El segundo es una rara avis en peligro de extinción. Te da la tabarra cada comienzo de temporada para que te apuntes a la liga y después se olvida de jugar y hacer cambios. Hasta el punto que tienes que recordarle que él es el administrador para que esté un poco al tanto. Este último tipo puede ser un arma de doble filo, pero en el fondo se sacrifica por el grupo uniendo a todos aunque seguramente él sea consciente de que no va a jugar a partir de la segunda jornada. Especialmente si el equipo que le sale por defecto es una chufla, porque él solo está para administrar.

Artículo publicado originalmente el 05/07/2016