La resistencia de Azovstal, la acería de la ciudad de Mariúpol, se rinde después de quedarse sin munición. Putin considera que es una victoria militar. La resistencia tras semanas de combate ha acabado. Y es que las tropas rusas han accedido evacuar a los heridos más graves a zona ocupada por Moscú, mientras el resto de la guarnición se ha rendido.

Casi 1.000 soldados llevaban días sin comer y dormir, potabilizando agua de los altos hornos y reutilizando las vendas de los muertos en el cuerpo de los vivos, además de estar enfermos de cansancio y con multitud de kilos menos.

Los últimos defensores, los cuales se habían despedido de sus familiares, salieron de la planta sin oponer resistencia, desarmados y en fila de a uno, para ser cacheados a posteriori por un contral militar ruso. Ante las cámaras, no hubo ningún tipo de maltrato o vejación alguna. De hecho, varios doctores rusos les atendieron de primeros auxilios en este mismo lugar.

Acuerdo con Ucrania

El Ejército ruso informó ayer de que se había llegado a un acuerdo con Ucrania sobre la evacuación de Azovstal de los militares ucranios heridos. En el día de hoy, 265 militares ucranianos defensores de la acería de Azovstal fueron evacuados a la localidad de Olenevka, en la autoproclama República Popular de Donetsk. Entre ellos, había 51 personas con heridas graves, que fueron enviados a un hospital en la localidad de Novoazovsk, bajo el control de las fuerzas prorrusas.

El Ministerio de Defensa de Rusia asegura que los soldados ucranianos fueron evacuados tras "deponer las armas y rendirse" y ahora son "prisioneros de guerra". A su vez, el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, destaca el "heroísmo de los defensores de Mariúpol", que provocó el retroceso de las tropas rusas en sus intentos de tomar Kiev y detener la ofensiva en las regiones de Zaporiyia y Donets.

Según Reznikov, el objetivo principal ha sido salvar la vida de la guarnición de los defensores de Mariúpol, que estaba formado por infantes de marina, miembros de las Fuerzas de Defensa Territorial, policías, guardias fronterizos, miembros de la Guardia Nacional y combatientes del Regimiento Azov, entre otros.

Putin necesitaba una victoria

El presidente ruso, Vladímir Putin, estaba necesitado de algún triunfo que presentar a Rusia, a pesar de que esta victoria haya costado miles de vidas de soldados, cientos de vehículos blindados y decenas de miiles de civiles.

Moscú gobernará ahora sobre la ruina que ha contribuido a crear, consiguiendo arrebatarle a Ucrania el acceso al mar de Azov y hacerse con el vínculo de Crimea con el Donbás, conocido por el Kremlin como "la provincia de Nueva Rusia".

Rusia podrá enviar en la actualidad tropas sobrantes de la toma de Mariúpol a zonas donde sus ofensivas están menos desarrolladas. Putin ha señalado que, a día de hoy, uno de sus objetivos es "desnazificar" y "castigar" a los extremistas neonazis ucranianos.

Azovstal era el único enclave de Mariúpol controlado por Ucrania

Mariúpol empezó a ser atacada el pasado 24 de febrero, estando asediada durante casi dos meses. La ciudad cayó el pasado 21 de abril, pero no así Azovstal, contra la que las tropas rusas se han empleado a fondo con artillería, misiles y aviación.

El complejo metalúrgico era el único enclave de la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol que aún controlaba el ejército ucraniano. Ubicada en un área industrial a orillas del mar de Azov, su extensa red de búnkeres y túneles han sido durante semanas refugios para cientos de civiles y soldados. Entró en funcionamiento por primera vez en 1933 y durante décadas fue clave para el sistema ferroviario y naval de la Unión Soviética.