El paro en menores de 25 años en España subió un 1,4% en el primer trimestre de 2022 respecto a los últimos tres meses de 2021, por lo que el número total de desempleados por debajo de esos años es de 459.100 al finalizar marzo.

Para frenar el aumento del paro juvenil, el Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE) ha puesto en marcha el programa de formación TándEM, que intenta formar y colocar laboralmente a los jóvenes menores de 30 años en campos relacionados con la transición ecológica, digitalización de servicios y la economía verde.

El programa está destinado a los órganos del Gobierno, pero también a las asociaciones y fundaciones sin ánimo de lucro relacionadas con los campos mencionados. Los interesados pueden presentar una solicitud a partir del 16 de mayo y en un plazo máximo de cuatro meses.

Además, el SEPE ofrece un subsidio de 460 euros mensuales a menores de 25 años que se encuentre en una situación concreta, como tener una renta que no supere el 75% del SMI (750 euros mensuales), ser demandante de empleo y firmar el compromiso de actividad cuando se presente la solicitud del subsidio.

Otros subsidios disponibles

Además, los jóvenes también pueden pedir el subsidio por desempleo con responsabilidades familiares por agotamiento de la prestación contributiva, el subsidio por cotización insuficiente y el subsidio extraordinario por desempleo.

En el subsidio por desempleo con responsabilidades familiares por agotamiento de la prestación contributiva entra en juego el cónyuge, si depende económicamente del solicitante del subsidio. Los hijos deben tener menos de 26 años.

Al de cotización insuficiente podrán acceder los jóvenes que hayan trabajado menos de un año y su duración depende de los meses cotizados y de si se tienen responsabilidades familiares. La cantidad a recibir es el 80% del Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples (IPREM), es decir, 463,21 euros.

Por último, el subsidio extraordinario por desempleo está dirigido para las personas que cumplen los requisitos generales y para los que han agotado el paro y la RAI, han acreditado ser desempleado de larga duración, estaban apuntados al paro a fecha 1 de mayo de 2018 y han terminado su trabajo de forma involuntario.