Fuentes, cremas solares, playas… esos serán los grandes protagonistas a lo largo de la Península durante un fin de semana que, más que de mayo, va a parecer de julio o agosto.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) lo ratifica alertando de que, en el conjunto de España, se podría vivir “el episodio cálido más intenso en mayo en los últimos 20 años, teniendo en cuenta tanto las máximas como las mínimas”.

Este episodio “extraordinario” de calor alcanzará su fase crítica entre el viernes y el domingo, cuando las máximas suban hasta los 34-37 grados de forma generalizada en el centro peninsular y Mallorca, y por encima de 40 grados, e incluso 42 grados, en el Guadalquivir y suroeste.

El viernes y el sábado serán los días más cálidos a nivel general, y aunque el domingo habrá una bajada importante en el oeste de la Península, ese día seguirán subiendo las temperaturas en el tercio oriental y en las Islas Baleares, zonas en las que podría ser el domingo la jornada más calurosa.

Alerta naranja en Córdoba y Jaén

Ante esta situación, la AEMET ha activado, de cara a este viernes, el aviso naranja (riesgo importante) en Andalucía por calor intenso por encima de los 40 grados en las provincias de Córdoba y Jaén; en la Comunidad de Madrid, Extremadura y Castilla-La Mancha hay alerta amarilla (riesgo) por valores que oscilarán entre los 36-39 grados.

El sábado se prevé una “nueva vuelta de tuerca” en cuanto a calor se refiere, ha advertido el portavoz de la AEMET, Rubén Del Campo, para calificarlo como “un día muy caluroso, de pleno verano”. En buena parte del interior peninsular se superarán los 35-38 grados mientras que en el Guadalquivir se rebasarán, de nuevo, los 40-42 grados. Las mínimas serán superiores a 22 grados en Andalucía y Extremadura, y rondarán los 20 grados en el Ebro y meseta norte.

El domingo, el calor más intenso se vivirá en Andalucía oriental, donde se alcanzarán los 38 grados, y, sobre todo, en el nordeste de la Península donde, si se cumplen los pronósticos, se pasaría también de 38 grados; en el Valle del Ebro podrían superarse los 40 grados, algo “insólito” en el mes de mayo en esa zona.

Por otro lado, este fin de semana también se registrará la presencia de polvo en suspensión, que desde este jueves se deja notar especialmente en el sur y este de la península, dando lugar a calima con cielos turbios y reducción de la visibilidad.