El 3 de marzo de 2014 Esperanza Aguirre, ex presidenta de la Comunidad Madrid, aparcó en el carril bus de la Gran Vía para sacar dinero de un cajero. Una pareja de agentes de movilidad de la Policía Municipal la intentaron multar, pero Aguirre arrancó su vehículo, golpeó la moto de uno de los agentes y huyó hacia su casa (un palacete en pleno barrio de Malasaña, a unos metros del lugar del incidente). Ahora han salido a la luz los audios entre Esperanza Aguirre y el comisario Villarejo, según El País y el diario Fuentes Informadas.

Los agentes denunciaron los hechos y se abrió una causa en el juzgado de Plaza de Castilla. Con los datos, el juez rechazó investigar a la ex presidenta por un delito penal, pero la Audiencia Provincial le corrigió tras un recurso presentado por la asociación Transparencia y Justicia, que ejercía la acusación popular.

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Fue ese recurso el que obligó a investigar a Aguirre por desobediencia. La expresidenta, que había dejado su cargo en 2012, aspiraba a ser alcaldesa de la ciudad, pero en 2014 el PP no la había designado candidata y sobrevolaba la sospecha de la imputación tras el incidente de tráfico en Gran Vía.

Según cuenta El País, Aguirre se reunió el 11 de septiembre del año 2014 con el dueño de la asociación Transparencia y Justicia, el comisario José Manuel Villarejo, a través de José Luis González Armengol, quien fue juez decano de Plaza de Castilla.

De acuerdo con El País y el diario Fuentes Informadas, en aquella reunión el policía grabó a Aguirre, material que forma parte de la llamada ‘Operación Tándem’. Aguirre pidió al comisario que ‘dejase morir’ el caso sin reclamar diligencias nuevas para evitar el riesgo de acabar en el banquillo. Villarejo aceptó retirarse de la causa.

El trabajo de Villarejo surtió efecto y la Audiencia Provincial de Madrid le ordenó al juez que sí investigara a Esperanza Aguirre por un delito de desobediencia. Así, Villarejo dejó de recurrir, el caso se archivó y Esperanza Aguirre se presentó libre de sospecha a las elecciones del año 2015, en las que terminó gobernando la jueza Manuela Carmena.

Conversación entre Villarejo - Aguirre - juez Armengol

Villarejo: No… Pero… No es exactamente así la cosa. Yo… soy admirador políticamente tuyo de toda la vida.

Aguirre: ¿Pero qué me estás contando? ¿Y entonces cómo pones ese recurso?

Villarejo: Yo soy abogado, pero también he sido comisario de policía. Llevo 30 años trabajando en temas de inteligencia. Espero que esta conversación no exista.

Aguirre: Todo lo que se diga aquí… Es que no hemos estado. No hemos hablado. No nos conocemos.

Villarejo: (...) Este hombre [José Luis González Armengol, exjuez decano de Plaza de Castilla] es amigo mío y (...) voy a hacer lo que él me ha pedido.

Aguirre: '¡Joé!', pues no te puedes imaginar el peso que me quitas de encima.

Villarejo: Ahora lo que quiero de alguna manera que entiendas es que vamos a hacerlo de tal suerte que parezca que los abogados míos son muy torpes. El momento procesal es cuando tú declares, no sé cuándo será, lo antes posible, y eso se puede pedir. Tú, como juez, eh…

Armengol: Ahí habría que verlo… La pueden llamar a declarar o no…

Aguirre: Mira, Pepe [Villarejo], la clave para mí es que Transparencia y Justicia no pida… ¿Cómo se llama?

Armengol: Diligencias.

Villarejo: Claro, claro, claro.

Aguirre: Diligencias, esa es la clave.

Villarejo: La clave es que cuando tú declares, a raíz de tu declaración, digas que nos hemos equivocado y que entendemos que el tema es falta.

Aguirre: No te pido ni eso. Con que no pidas diligencias… O sea, ¿de qué tengo miedo yo? (...) No se trata solo de que no tomes iniciativas, sino de que cuando te pregunten...

Villarejo: Cuando pregunte le diré: 'nada'. Nada. Ya está en toda sustanciada.

Aguirre: Y, si no contestas, ¿qué pasa? Es mejor aún.

Aguirre: Yo estoy segura de que le van a presionar. Si él me ha dado su palabra de que le importan un bledo las presiones… ¿Puedes sostener esas presiones?

Villarejo: Yo solamente prometo lo que voy a cumplir. Te puedo asegurar y te pido tal que no vale… Además, te dejaré una tarjeta y un teléfono para que me digas, eres un mamón y un malqueda y tal, si yo fallara, que no voy a fallar.

Aguirre: Ah, ¡qué susto! Es que depende de lo que te puedan presionar.

Villarejo: Buf, pues vuelvo a repetir, como no me dejen preñado…

Aguirre: ¿Bueno, entonces, puedo confiar en que no vas a pedir diligencias?

Villarejo: Tú, confía (...), pero aparte tenemos a este hombre como elemento…

Armengol: Lo que sería conveniente es que no le digas a los abogados tuyos que yo estoy detrás…

Villarejo: No, no existes. Esto no existe.

Aguirre: Como comprenderás, lo que me estás diciendo es música para mis oídos…

Villarejo: (...) Sigo las instrucciones, a partir de ahora, nosotros cuando nos den traslado, por favor, coméntaselo...

Aguirre: Coges el papel y te lo metes en un cajón (...). Solamente puedo decirte que si haces honor a tu palabra, que no tengo por qué pensar que no lo hagas… a mí me salvas de una situación muy difícil, en la que me podrías poner solo con apretar…

Villarejo: Y muy injusta...

Aguirre: Por supuesto. Muy injusta, efectivamente.