Dos años después del comienzo de la pandemia por coronavirus a nivel global, y tras no reportar ningún contagio por COVID-19 a la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante este tiempo, el Gobierno de Corea del Norte ha declarado el "estado de emergencia".

El motivo, la detección del primer contagio de la variante Ómicron en el país. Según ha informado la agencia de noticias 'KCNA', y según recoge 'EFE', las autoridades de Piongiang detectaron que varias personas que se sometieron a un test presentaron fiebre. Por otra parte, el citado medio aclara que el politburó del Partido de los Trabajadores norcoreano, con Kim Jong-un al frente, decidió implementar el estado de emergencia para "gestionar la crisis sanitaria".

Corea del Norte mantuvo desde marzo de 2020 un plan estricto para evitar la entrada de cualquier persona al país desde el extranjero. Una medida decretada por el Ejecutivo de Kim con el objetivo de evitar la entrada del SARS-CoV-2. Desde entonces, ha adoptado diferentes medidas para tratar de prevenir nuevos contagios. Entre ellas, desinfectar las importaciones procedentes de China, principal país suministrador de materias primas.

De hecho, no fue la única decisión del país para tratar de impedir a toda costa la entrada o salida del país. Otras decisiones adoptadas fueron el refuerzo de las vallas fronterizas, así como ejecutar la orden de disparar a toda persona que se acercase a la divisoria. El propio Kim definió esta crisis como "la más seria de las crisis", e instó a las autoridades a ejecutar con firmeza y decisión todas las medidas preventivas.

Corea del Norte, un país sin plan de vacunación

Sin embargo, el problema de Corea del Norte no sólo reside en los nuevos casos notificados de la subvariante BA.2 de la variante Ómicron, sino en el hecho de no contar con vacunas contra la COVID-19 para proteger a la población contra el virus.

El país rechazó a finales de 2021 dos envíos de vacunas fabricadas por AstraZeneca y Sinovac. De hecho el país norcoreano es, junto a Eritrea, el único que no ha reportado ningún dato de vacunación contra el coronavirus a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, tampoco cuenta con un plan específico para vacunar a su población, mayormente concentrada tanto en la capital, Piongyang.