Pensar en una cárcel sugiere trasladarse a un lugar, por lo general, oscuro a la par que sucio. En definitiva, un sitio en el que prácticamente nadie querría estar. Sin embargo, como para casi todo en este mundo, también hay excepciones y existen prisiones que están calificadas como de ‘alto standing’.

Un ejemplo es la cárcel de Bastøy (Suiza), considerada como la primera prisión ecológica del planeta. En ella, los condenados utilizan de forma permanente energías renovables y no viven en celdas, sino en una especie de bungalows.

Otro caso es el Centro de Justicia de Leoben (Austria), una prisión en la que los presos cuentan con celdas individuales, cocina y baño propios y televisiones de última generación. En el perímetro de esta cárcel se pueden leer dos frases que resumen bastante bien la filosofía de este lugar: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos” y “toda persona privada de libertad será tratado con la humanidad y con respeto a la dignidad inherente al ser humano”.

Los privilegios de la cárcel de Aranjuez

España también tiene una prisión de ‘alto standing’. Se trata de la prisión de Aranjuez (Madrid), que se encuentra 64 kilómetros de Madrid capital, justo en el límite con la provincia de Toledo.

La gran ventaja de esta cárcel es su política familiar. En este centro penitenciario, los presos tienen el privilegio de poder cumplir la condena junto con sus hijos pequeños hasta que cumplan los tres años.

De hecho, en Aranjuez existe hasta un módulo específico para las madres. En el interior de él se encuentra una guardería, donde los niños comienzan a ir cuando alcanzan los seis meses de edad.

Unas ventajas que no evitan la conflictividad

No obstante, estos privilegios no evitan que se produzcan incidentes en la cárcel de Aranjuez. El pasado mes de diciembre, un recluso asesinó a otro en este centro penitenciario. Dos presos iniciaron una pelea y en un momento dado uno golpeó a otro, quien perdió el equilibrio y cayó al suelo fracturándose la cabeza.

Antes, en agosto de 2021, un funcionario de prisiones fue agredido por un interno. “Aquí mandan los presos, no tú”, dijo el condenado antes de lanzarse sobre el funcionario y propinarle varios puñetazos en la cabeza y dejarle semiinconsciente.