Con la llegada del buen tiempo, primero con la primavera y más tarde con el verano, se aproxima también una época del año en la que podemos sufrir la incómoda presencia de las moscas en la mesa. Es llegar esta época del año y estos animales parecen haber salido de un escondite para molestarnos en nuestras tareas diarias o descanso.

Sin embargo, hay varias razones que explican su aparición en un momento concreto del año. De forma general, tiene que ver con el clima, pues el impacto de las temperaturas más altas hace que los alimentos se pongan malos con mayor rapidez, haciendo acudir a las moscas como consecuencia. Así, cuentan con una mayor disponibilidad de alimentos.

Al haber una mayor presencia de microorganismos, a las moscas les resulta más fácil obtener comida con la que alimentarse. Cuando hablamos de moscas, hablamos de un insecto 'de sangre fría', pues su temperatura corporal depende del ambiente del exterior. Así, a mayor temperatura mayor es su actividad. Al estar en ambientes sucios, pueden transmitir enfermedades como la salmonella, la tuberculosis o el cólera cuando se posan sobre los alimentos.

También se debe tener en cuenta su ciclo de reproducción, solo se reproducen en los meses cálidos del año. Ponen sus huevos en lugares socios y para reproducirse buscan la basura o los desechos animales. Y tras dos semanas completan el paso de larga hasta la forma adulta. Una pareja de moscas puede tener hasta 300.000.000.000 mosquitas por temporada, siendo hembras más de la mitad de los huevos.

Cómo evitar su presencia

Impedir que las moscas entren en casa es una tarea complicada, pues con cualquier descuido puede aprovechar para pasar por una puerta o una ventana abierta. Sin embargo, hay varios 'trucos' que puedes utilizar para acabar con su molesta presencia. Para empezar, lo primero es recoger cualquier resto de comida que haya sobre la mesa y los alrededores al terminar de comer.

Si tienes cerca el cubo de basura, mejor dejarlo cerrado y alejado de ti. Si ya están dentro de la casa, puedes utilizar un vaso con vinagre a modo de trampa. El olor para ellas no desagradable, pero el líquido les aturde y tendrán complicado salir de ahí. Se puede utilizar para ello un pequeño cuenco tapado con un film transparente con agujeros para que entren.

Otro truco que podemos emplear es el de colocar una bolsa llena de agua colgada en la puerta. Esto espanta a las moscas, pues produce un reflejo con los colores del arcoíris, similar a lo que sucede cuando colgamos discos en balcones o ventanas.

Plantas

Por último, hay algunas plantas con aromas que no son atractivos para estos insectos, como son la albahaca, el eucalipto o la citronela. También pueden servir para el mismo fin la caléndula, el crisantemo o la lavanda. Además de todo esto, es importante poner siempre las mosquiteras si disponemos de ellas, además de mantener la casa oscura, ya que les atrae la luz.