Existe la creencia popular de que las moscas, justo antes de comer, vomitan para así poder digerir el nuevo alimento. Ravindra Palavalli-Nettimi, investigadora asociada postdoctoral de la Florida International University y Jamie Theobald, profesor asociado de ciencias biológicas de la misma institución, han tratado de arrojar luz sobre el tema en un artículo en The Conversation.

En este escrito explican que la mayoría de las especies de moscas (existen más de 110.000), "no tienen dientes", sino que en su boca poseen una especie de "pajita esponjosa". Por tanto, "no pueden masticar alimentos sólidos". ¿Qué hacen entonces para comer? Nada más posarse en una pieza de comida, liberan "jugos digestivos" con el fin de "licuarlos en una sopa predigerida", la cual sorben. Esto significa que la mayoría de las moscas tienen una "dieta líquida".

Pero no solo lo hacen para convertir el alimento en una sustancia líquida. También lo hacen para que "quepa más comida" en su estómago, disminuyendo el "líquido" de lo que ya habían comido. Para ello, "regurgitan" la comida en "burbujas de vómito" para secarlo, ya que cuando se evapora el agua, el alimento está "más concentrado".

Las personas "no necesitan" hacer este proceso para "obtener nutrientes" de los alimentos, ya que gracias a la amilasa, una "enzima" que produce un "jugo digestivo en la saliva", se "predigesta" una parte, por ejemplo, del pan "mientras se mastica". Esta amilasa lo que hace es "descomponer el almidón", que es insípido, en "azúcares simples". Esta es la razón por la que el pan se vuelve "más dulce" cuanto más "se mastica".

Las moscas, a diferencia de muchos seres vivos, pueden "saborear la comida sin necesidad de usar la boca". Estos insectos poseen unos receptores en sus pies con los que pueden saber si el alimento es "nutritivo". Por ello, cuando se posan en algo realizan el "acicalamiento", el frotamiento de las patas, con el fin de "limpiarse" a sí misma y limpiar "los sensores de sabor" que tienen en las "cerdas y el cabello fino de sus pies". Al tenerlos limpios, pueden hacerse una "mejor idea" de lo que hay en esa comida.

Tirar la comida que ha tocado una mosca, ¿sí o no?

La 'vara de medir' si se debe tirar un alimento sobre el que se ha posado una mosca es el tiempo que ha pasado sobre él. Estos insectos "aterrizan" en muchas cosas a lo largo del día, alguna de ellas "asquerosas, como un contenedor de basura o comida en descomposición". Estos sitios están repletos de "microbios", que pueden "engancharse" y "saltar" a los alimentos si la mosca permanece posada el tiempo suficiente.

Estos gérmenes son "mucho más peligrosos" que la saliva de la mosca, ya que pueden causar "enfermedades como la cólera o la fiebre tifoidea". Las posibilidades de que esos microbios "se transfieran" se reducen considerablemente si la mosca no se posa más de unos pocos segundos sobre la comida. Si esto no sucede, los alimentos "probablemente estarán en buen estado".

¿Qué utilidad tienen las moscas?

A pesar de que estos actos de las moscas pueden resultar "repugnantes", estos insectos cumplen una función esencial en la naturaleza. Son un "grupo importante de polinizadores", que acuden a las flores para "obtener néctar", lo que ayuda a muchas plantas "a reproducirse". Además, son una gran "fuente de alimento" para otros animales como ranas, lagartos, arañas o pájaros.

Algunas, incluso, tienen "usos médicos". Un ejemplo de ello son los "gusanos de mosca verde", las 'larvas' de estos insectos, que se usan para "eliminar del tejido en descomposición de las heridas". Estos gusanos liberan "jugos antivirales y antimicrobianos", que los científicos usan para crear "nuevos tratamientos para las infecciones". Otro ejemplo son las moscas de la fruta, las cuales se estudian para "encontrar causas y curas para enfermedades y trastornos genéticos". Por último, también se estudia cómo "ven el mundo" y el uso de su "visión para volar", con el fin de "construir mejores robots".