¿Cuánto subirán las pensiones en 2023 y por qué podría ser el aumento más alto de la historia?
La fuerte subida de la inflación, ligada a las pensiones, puede hacer que el próximo año suban de forma elevada. Podría suponer un gasto de más de 10.000 millones extras.
La fuerte subida de la inflación en este 2022, motivado en parte por la guerra en Ucrania, tendrá un efecto positivo para los pensionistas en el próximo año. Según las primeras estimaciones, se prevé una subida cercana al 7%, la media de la inflación calculada para este año. De esta forma, para una pensión de 1.5000 euros al mes (21.000 al año), supondría un aumento de 102 euros mensuales.
La cuantía supondrá para las arcas nacionales un total de cerca de 10.500 millones de euros. Desde el Gobierno tratan de tranquilizar a los pensionistas, dada la situación de la deuda pública, que ronda el 120%. "Los pensionistas tienen asegurado el poder adquisitivo ya indefinidamente", asegura el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. Por su parte, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, afirma que a pesar de la guerra "no van a ver menguadas sus pensiones".
El IPC en las pensiones
El pasado mes de marzo el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió hasta un 9,8%, siendo la media de noviembre del año pasado a marzo del presente curso del 7,1%. Para el resto del año los expertos consideran que no habrá mucha variación, por lo que conviene recordar que, para calcular la revalorización de 2023, se tiene en cuenta la media del IPC de noviembre de 2021 al mismo mes de 2022.
Desde Bankinter han actualizado sus previsiones, calculando una media del IPC en 2022 por encima del 7,2%. Estimaciones similares ofrece Funcas, con un dato que alcanza el 7,6%. El Banco de España advierte de que esta subida de precios podría mantenerse durante años, por lo que apunta a la posibilidad de dejar de relacionar las pensiones al IPC. En España el gasto en pensiones es de unos 150.000 millones de euros, lo que supondría 10.500 millones más subirlas un 7%.
Fuerte revalorización
De finalmente confirmarse este nivel de inflación, sería la revalorización más cara de la historia. El único precedente similar ocurrió en 1990, con Felipe González en el Gobierno: las pensiones subieron un 8% de media, en un momento en el que la inflación rondaba el 7%. Pero la situación de entonces y de ahora son muy diferentes.
Aquel año la cifra de pensionistas era casi la mitad que ahora (seis millones entonces, unos 10 millones en la actualidad). Por otro lado, la cuantía también era muy inferior: unos 300 euros (50.000 pesetas de las de entonces), mientras que a día de hoy la media de jubilación está sobre los 1.200 euros. Además, entonces representaban menos del 25% del presupuesto nacional; ahora supone un 40%.
En caso de subir en estos niveles actuales (IPC del 7%), el gasto supondría todo el ahorro que se calculaba que se iba a conseguir con varias medidas aplicadas en la reforma. Cuando se enviaron las cuentas a Bruselas, se contemplaba una subida del IPC en torno al 2%. Desde el Gobierno, la patronal y sindicatos se negocia un pacto de rentas para contener la inflación, aunque por el momento los pensionistas no se encuentran dentro de ese pacto.