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Alexander Dvornikov, así es el nuevo brazo ejecutor de Putin

Según la 'BBC', es comandante del Distrito Militar Sur y cuenta con una amplia experiencia. En Siria dirigió la agrupación de las Fuerzas Armadas rusas.

Russian President Vladimir Putin chairs a meeting on the country's agricultural and fish industries via a video link at a residence outside Moscow, Russia April 5, 2022. Sputnik/Mikhail Klimentyev/Kremlin via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE WAS PROVIDED BY A THIRD PARTY.
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El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha realizado una serie de cambios en su cúpula militar, después de más de un mes de invasión en Ucrania. El primero de todos fue la designación de Alexander Dvornikov como nuevo líder de las tropas rusas.

Según confirmó la 'BBC' Dvornikov, de 60 años de edad, es el comandante del Distrito Militar Sur y cuenta con una dilatada experiencia en operaciones militares realizadas por el ejército ruso, al que se unió en el año 1978. Formado en la Escuela Militar Suvorov y en la Academia Militar Frunze, sirvió como comandante de batallón en la sexta Brigada de Fusileros Motorizados de la Guardia. Además, dirigió otros regimientos en 1990, como la 10º División de Tanques de la Guardia.

Después de servir en el Distrito Militar del Cáucaso Norte, donde ascendió de rango con el paso de los años y asumió roles más importantes, en el año 2008 asumió la responsabilidad de dirigir al 5º Ejército de la Bandera Roja. También sirvió a su país como subcomandante del Distrito Militar del Este y como jefe de personal del Distrito Militar Central. Antes de ocupar su último cargo, su labor en Siria fue clave para ganarse la confianza del Kremlin.

Dvornikov, entre septiembre de 2015 y junio de 2016, asumió las funciones de director de la agrupación de las Fuerzas Armadas en el país presidido por Bashar al-Assad, al que Vladimir Putin le ofreció su apoyo. Según informó 'RBC', su labor fue clave para que los militares rusos ayudasen al ejército sirio en su lucha contra rebeldes y yihadistas, además de recuperar asentamientos en el país, incluido Palmira.

Con motivo de la intervención militar en Siria, el Gobierno ruso le premió con el título de Héroe de la Federación Rusa. Sin embargo, tanto desde diferentes ONG como desde la oposición al Ejecutivo de Damasco, acusaron a Dvornikov de cometer "crímenes de guerra". Lleva seis años al frente del Distrito Militar Sur, y Putin ha querido recompensar su trayectoria al otorgarle la responsabilidad de liderar la ofensiva militar rusa en Ucrania.

Putin cambia a toda su cúpula militar

Sin embargo, el de Dvornikov no es el único cambio realizado por Putin. Después de casi dos meses de conflicto bélico, en el que no se ha podido conquistar completamente Ucrania, el líder del Kremlin reorganizó primero su estrategia. Ahora, el Donbás es la prioridad para Rusia, donde cuentan con un dominio casi completo, gracias también a la presencia de los rebeldes prorrusos en las regiones de Donetsk y Lugansk.

Ahora, ha cambiado también a todos los principales mandos de su ejército. Con la llegada de Dvornikov, Putin espera una mejor organización de la operación llevada a cabo en Ucrania. Otra de las razones por las cuales se han producido estos cambios se debe a las operaciones realizadas hasta la fecha, y que desde el Kremlin califican como un "desastre". Pese a asediar ciudades como Mariúpol y Bucha, Kiev ha resistido los ataques rusos y no ha caído ninguna otra localidad importante.

Cambios realizados después de las negociaciones de Turquía

Todos estos cambios se han producido después de las reuniones que se han producido entre las delegaciones de ambos países con el fin de llegar a un acuerdo. Turquía fue el último lugar donde se reunieron, y donde se produjeron algunos avances. Ucrania renunció a entrar en la OTAN a cambio de garantías de seguridad, y Rusia estaría dispuesta a permitir un ingreso de Kiev en la Unión Europea siempre que no se mantenga alineada militarmente con la Unión.

También llegan después del último paquete de sanciones aprobado por la Unión Europea, y cuyas prohibiciones suponen un coste de más de 10.000 millones de euros para las arcas de la economía rusa, cercada por Occidente.