Alemania, España, Francia y otros países europeos como Dinamarca e Italia han ordenado la expulsión de decenas de diplomáticos rusos en sus territorios. Es la respuesta a la muerte de civiles en la ciudad de Bucha, así como en otras en los alrededores de la región de Kiev, de donde las tropas rusas ya han salido. Alemania ha declarado como 'non grata' a un total de 40 diplomáticos por "trabajar cada día contra la cohesión de la sociedad", ha explicado la ministra de Exteriores del país, Annalena Baerbock.

La ministra ha señalado que "no tolerará más" estos comportamientos, por lo que los diplomáticos, supuestamente miembros de los servicios de inteligencia del Kremlin, tienen cinco días para abandonar el país. En el caso de Francia, se ha anunciado la expulsión de "numerosos" diplomáticos, sin determinar el número. No obstante, Rusia ha confirmado que son un total de 30. "Francia ha decidido esta noche expulsar a numerosos miembros del personal ruso con estatus diplomático asignado a Francia cuyas actividades son contrarias a nuestros intereses de seguridad", aseguró el Ministerio de Asuntos Exteriores francés.

España se ha sumado a esta medida, tal y como ha confirmado José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores. "Esta mañana el Gobierno de España ha tomado la decisión de expulsar a varios diplomáticos rusos y personal de la embajada rusa ya que representan una amenaza para las intereses de seguridad de este país. Son alrededor 25 personas, estamos terminando la lista. Las insoportables imágenes nos indignan profundamente, España exige que los crímenes de guerra sean investigados inmediatamente, y que los responsables sean castigados por ello".

Albares ha valorado esta medida como una "respuesta a unos crímenes que no pueden quedar impunes, las imágenes de Bucha o Mariupol reflejan barbarie, es un punto de inflexión ante el que la sociedad no puede quedar impasible".

Rusia responde

Lituania ha actuado de forma similar, expulsado de su país al embajador ruso, Alexei Isakov. Por su parte, Rusia ya ha respondido a estas acciones, afirmando que actuará "con simetría", según palabras del vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dimitri Medvedev.

"Hay costumbres internacionales que son insignificantes y no llegan a ninguna parte. Como por ejemplo la expulsión de diplomáticos como forma de presión sobre otro país", dijo Medvedev tras conocer la noticia. Así se refiere a los países como "locos polacos", "entusiastas alemanes" y "refinados franceses". "Todo el mundo conoce la respuesta: será simétrica y destructiva para las relaciones bilaterales".

Decisión drástica de Alemania

Alemania toma el control de Gazprom Germania, la filial alemana de la empresa gasista de Rusia, para asegurarse el suministro de gas. Una decisión drástica adoptada por el Ministerio de Economía y Clima liderado por Robert Habeck, que ha dado la orden a la Agencia Federal de Redes para tomar las riendas de la compañía de forma temporal.

Tal y como ha anunciado el propio ministro y vicecanciller del Gobierno de Olaf Scholz, la medida se mantendrá vigente hasta el próximo 30 de septiembre. La razón por la cual Berlín adopta dicha decisión se debe, según la versión ofrecida por el propio Ejecutivo, a la falta de claridad jurídica sobre la propiedad de Gazprom Germania. "No vamos a exponer la infraestructura energética de Alemania a las decisiones arbitrarias del Kremlin", defendió el ministro Habeck.

La medida, que ha entrado en vigor en forma de decreto ley, llega después de la decisión de Rusia de obligar a los países que considera como "hostiles" a pagar el gas en rublos. Pese a que el contrato vigente expone que las importaciones de gas ruso se deben pagar en euros o en dólares, el Kremlin se ha asegurado un mecanismo para que el dinero pagado en estas monedas se transforme en rublos. Para ello, los países deberán abrir cuentas especiales en Gazprombank, que además es la única entidad autorizada por el Gobierno de Putin.

Por otro lado, la decisión ha sido adoptada con el objetivo de evitar que JSC Palmary y Gazprom Export Business Services, con sede en Rusia, pudiesen adquirir la filial alemana de Gazprom, que es la pieza clave para la comercialización y el transporte de gas tanto en Alemania como en el resto de Europa. Astora, su filial y operadora de almacenamiento de gas, gestiona el mayor almacén del país. Además de esta empresa, también posee las compañías Wingas, WIEH y Gascade, empresa de transporte de gas.

Otro de los motivos por los cuales se le ha otorgado el poder a la Agencia Federal de Redes para nacionalizar la filial de Gazprom, se debe a los intentos de Gazprom por vender la filial alemana a otras sociedades con sede en territorio ruso. Una respuesta que sirve para reducir de forma considerable la dependencia del gas procedente de Rusia.

Alemania, con una dependencia del 40% del gas ruso

El país germano es uno de los países europeos que más dependen del gas ruso, hasta un 40% de las importaciones de esta materia prima son de origen ruso. Una situación similar es la que atraviesan otros países europeos como Italia. El país presidido por Mario Draghi importa un 95% del gas que consume, del que un 45% procede de Rusia, lo que obliga a ambos a buscar alternativas para comprar gas a otros países.

Una situación diferente es la que atraviesa España, que tiene en Argelia a su principal proveedor, con unas cifras similares a sus países vecinos con respecto a Rusia en cuanto a importación de gas. En el caso de nuestro país, tan solo un 9% de las importaciones de gas son de Rusia.

Ante las dificultades y trabas que pone Rusia, Estados Unidos se ha convertido en otro suministrador de gas para Europa. El presidente norteamericano, Joe Biden, anunció el compromiso de la Casa Blanca para aumentar en un 68% las exportaciones de gas al Viejo Continente. Según los datos proporcionados por la Comisión Europea, el volumen de las importaciones de gas norteamericano por parte de Europa fueron de un 44%.