El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves una moción acordada por Ciudadanos y PSOE para eliminar el uso obligatorio de la mascarilla en interiores. La inicativa ha salido adelante con un total de 187 votos a favor, 94 en contra y 63 abstenciones.

Con respecto a la votación, tan solo dos partidos han votado en contra, el Partido Popular y el PNV. Por su parte, Unidas Podemos se ha abstenido, mientras que VOX ha decidido apoyar la propuesta. Otro de los partidos que ha apostado por la abstención ha sido ERC. De este modo, la propuesta insta al Gobierno a suprimir la obligatoriedad de la mascarilla en interiores cuando la comunidad científica y las autoridades sanitarias lo permitan.

La mascarilla en interiores es, por el momento, una de las restricciones que la Comisión Nacional de Salud ha decidido mantener. El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló sobre el final de su uso hace un mes. "Dejará de ser obligatoria cuando lo digan la ciencia y los profesionales sanitarios. Espero que sea más pronto que tarde", mencionó en febrero el líder del Ejecutivo.

Hasta el momento su uso sigue siendo obligatorio en interiores, al igual que aquellos espacios exteriores en los que no se pueda garantizar la distancia de seguridad de 1,5 metros, como sucede en los eventos deportivos. Una vez que se confirme de forma definitiva su retirada, será un paso definitivo en la lucha contra la COVID-19, después de otras decisiones adoptadas como la retirada de la mascarilla en exteriores, o el regreso de la totalidad del aforo a los recintos deportivos.

Una de las principales razones de esta propuesta se debe a la mejoría de la actual situación epidemiológica, después de que haya descendido tanto el número de contagios notificados, como la incidencia acumulada a 14 días por cien mil habitantes, cuya cifra se sitúa en los 466 casos según el último informe de Sanidad. Un dato completamente distinto al de inicio de año, cuando la variante Ómicron provocó un repunte de casos y de la IA en nuestro país.

Por otra parte, la alta tasa de vacunación en nuestro país ha sido otro factor determinante para la retirada progresiva de restricciones. El 92,6% de la población adulta y el 35% de los menores de 12 años de nuestro país cuenta con la pauta completa, mientras que más de 24 millones de personas cuentan con la dosis adicional.

Una propuesta aprobada tras la llegada de la nueva fase

Se trata de una decisión clave en el devenir de la situación epidemiológica. Llega después de la entrada en vigor de la nueva Estrategia de Control y Prevención de la COVID-19, que recoge varias novedades. Entre ellas, la eliminación de las cuarentenas para las personas asintomáticas con afecciones leves, para contactos estrechos de personas contagiadas, independientemente de si están vacunados o no, las personas asintomáticas y las personas con síntomas leves.

El segundo cambio afecta a la necesidad de realizar una prueba de autodiagnóstico. Sólo aquellas personas con síntomas graves relacionados con el SARS-CoV-2 deberán realizarse la prueba. Sobre los grupos que deberán hacerse una prueba, se encuentran los mayores de 60 años, pacientes con patologías previas, inmunodeprimidos, mujeres embarazadas, y personal sanitario y sociosanitario, cuya cuarentena será de cinco días.