La 'drástica' decisión de Rusia
La reunión de Estambul ha sido "constructiva". Ucrania está dispuesta ser neutral y Rusia ha dicho que reducirá "drasticamente la actividad militar" en Kiev y Chernigov.
Este martes se ha celebrado en el Palacio Dolmabahçe de Estambul una nueva ronda de las negociaciones entre Ucrania y Estambul. Y en ella se encuentra Roman Abramovich, quien según desveló el Wall Street Journal tuvo síntomas de envenenamiento en los primeros días de marzo, tras estar presente en otra de las reuniones.
Tras ser conocida esta información, el ministro de Exteriores Ucraniano, Dimitro Kuleba, ha aconsejado "a quienes estén negociando por Rusia que no coman ni beban nada, y preferiblemente eviten tocar cualquier superficie". De esta forma pretende evitar Ucrania cualquier incidente que pueda suponer un corte a las negociaciones en busca de la paz. En esta última reunión, Abramovich no se encuentra en la mesa principal, sino en otra junto a Ibrahim Kalin, portavoz del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
La reunión entre Ucrania y Rusia en Turquía duró más de tres horas y permitió cierto avance del diálogo."Si nos dan garantías, Ucrania estará en posición de asegurar su estatus actual de país no nuclear y neutral. Lo cual ya está fijado en nuestra declaración de Independencia. Con estas garantías y la del artículo 5 de la OTAN, no pondremos en nuestro territorio bases militares extranjeras ni tampoco contingentes militares extranjeros ni entraremos en alianzas militares", dijo al salir de la reunión Oleksandr Chaliy, de la delegación ucraniana.
Ucrania pidió que las garantías de seguridad las supervisase Israel, Polonia, Canadá y Turquía. Por su parte, Rusia anunció "una drástica reducción de la actividad militar en Kiev y Chernigov". "El objetivo es aumentar la confianza mutua y crear las condiciones necesarias para nuevas negociaciones con el objetivo final de firmar un acuerdo", relataba Alexander Fomin, viceministro de defensa ruso, sobre esa decisión 'drástica'.
En las horas previas a la reunión, varios medios revelaron que Rusia ya habría sacado el término "desnazificación" de estas conversaciones para buscar un presunto alto el fuego.
Mientras se produjo esta reunión en busca de la paz, Vladimir Putin charló vía telefónica con su homólogo francés, Emmanuel Macron. El objetivo de esta conversación era garantizar "en las mejores condiciones" una operación para evacuar la ciudad asediada de Mariúpol. Putin reconoció a Macron "avances" en las negociaciones con Ucrania.
Rusia niega el uso de armas nucleares
Una de las principales amenazas de Rusia hacia Ucrania desde el inicio de la ofensiva militar ha sido el uso de armas nucleares y biológicas para hacer frente a la resistencia de las tropas de Kiev. Por ello, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha matizado las palabras del presidente ruso, Vladimir Putin, haciendo referencia a la intervención de países terceros en el marco de la “operación militar especial” y las consecuencias que pueden tener.
Por el momento, según Peskov, las palabras del líder del Kremlin no hacen referencia a una intervención temprana mediante el uso de armas nucleares en Ucrania. “Cualquier resultado de la operación, por supuesto, no es motivo para el uso de un arma nuclear”, señala el portavoz. No obstante, ha indicado que “si existe una amenaza para la existencia del Estado de nuestro país, podemos usar este tipo de armas para eliminar dicha amenaza”.
“Tenemos todas las posibilidades para castigar a terceras partes”
Principalmente, el portavoz del Kremlin “no cree” que la principal intención de Putin sea el uso de este material en las próximas fechas. Únicamente, considera que lanzó “una advertencia a los diferentes estados para que no interfieran en el conflicto”, aunque asegura que “tienen da las posibilidades para impedirlo y castigar a todos los que lo vayan a hacer”.
Además, ha calificado las palabras del presidente estadounidense, Joe Biden, como “alarmante” e “inaceptable” tras mostrar la intención de eliminar a Putin del poder de Rusia. “Su declaración sobre si Putin no debería o debería de estar en el poder de Rusia es, por supuesto, inaceptable. No corresponde al presidente de los Estados Unidos decidir quién va a ser y quién es el presidente de Rusia, ya que es el pueblo el que lo decide durante las elecciones”.
Por otro lado, explica que los países occidentales han declarado una guerra contra los intereses económicos de Rusia, por lo que considera que deberán adaptarse a las nuevas condiciones, que son “bastante poco amistosas”, matiza. “Los países de Europa Occidental, Estados Unidos, Canadá y Australia, en realidad están dirigiendo la guerra contra los otros en el comercio, en la economía, en el embargo de nuestras propiedades y fondos y en el bloqueo de nuestras relaciones financieras. Tenemos que adaptarnos a la nueva realidad”, ha explicado el portavoz.