Cuidar el medio ambiente está en los pequeños detalles. Y preocuparse por nuestra salud, también. Sobre todo, cuando se trata de un producto como las botellas de agua que utilizamos cada día, y que incluso los niños más pequeños las necesitan en los colegios.

Las diferentes siglas que aparecen en la parte la base de las botellas de plástico de agua, y que es obligatorio que estén parte del vendedor, indican la calidad del plástico del envase en cuestión y el peligro, o no, para nuestra salud a largo plazo.

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El material que debes buscar

Es por eso que desde hace tiempo se recomiendan materiales duraderos reutilizables, como la cerámica, o materiales metálicos como el acero inoxidable, como las cantimploras de siempre, e incluso plásticos muy vigilados en su producción que cuidan el medio ambiente y nuestra salud.

Desde Quokka Solid (del grupo español STOR), nos cuentan lo que debemos buscar en este tipo de botella para beber donde queramos, “una doble pared aislada al vacío que permite mantener la temperatura fría de los líquidos por 24 horas, y la caliente por 12 horas, además de una estructura de acero inoxidable”, resistente, duradera. Ten cuidado, eso sí, porque tal vez no sean aptos para lavavajillas, ni sean recomendados para bebidas carbonatadas.

Sin olvidar, que algunos plásticos además cogen olores, como sucede con los ‘tuppers’ de comida, por eso la tendencia es reutilizar con calidad, cristal o cerámica, libres de BPA (BPA significa bisfenol A, una sustancia química industrial que se ha utilizado para fabricar ciertos plásticos y resinas desde los años cincuenta. El BPA se encuentra en plásticos de policarbonato y resinas epoxi).

Los productos plásticos que no están libres de BPA se asocian con problemas y enfermedades cerebrales, alteraciones hormonales, aumento de la presión arterial, daños en la próstata, desarrollo deficiente de fetos, bebés, niños, entre otros efectos en la salud de las personas.

Europa ha prohibido el uso de bisfenol A en juguetes y envases alimentarios infantiles. El BPA se desprende del policarbonato y expone a los bebés a continuas dosis de estrógenos sintéticos, con graves efectos para su salud en el futuro, como cáncer de mama.

Ecologistas en Acción va más allá, ya que la prohibición de uso del bisfenol A no se aplica a otros productos de plástico, como las latas de conserva y las latas de refresco. El plástico con bisfenol A también se sigue utilizando para fabricar material escolar y de escritorio.