CONFLICTO UCRANIA - RUSIA
Miedo, destrucción y fosas comunes en Mariupol
La ciudad tiene víveres para pocos días más mientras continua el asedio y 400 mil personas sobreviven en el caos. Ucrania ha pedido una zona de exclusión aérea para poder atender a los heridos.
La ciudad portuaria de Mariúpol, asediada por las tropas rusas, tiene víveres para aguantar tres días más, antes de que sus habitantes comiencen a pasar hambre. Y mientras llega ese día, que puede ser este fin de semana, según los medios locales y los testimonios se han visto en todos los medios internacionales las primeras fosas comunes.
Cientos de muertos, tanto civiles como militares, muchos de los heridos quedarán con graves secuelas físicas, por no hablar de las psicológicas, y la destrucción de gran parte del patrimonio urbano, histórico y de la infraestructura económica de Ucrania.
Las fosas comunes de Mariupol
Una imagen que no por reconocida internacionalmente deja de ser menos impactante. Ciudadanos ucranianos dejando en fosas comunes envueltos en plásticos o en mantas, los cuerpos en una zanja situada improvisada a las afueras de la ciudad, ya que es casi imposible hacer otro tipo de entierro ante la ofensiva militar.
Mariupol se ha convertido en el símbolo del horror. Su conquista es clave para las aspiraciones de Rusia de unir la península de Crimea con los territorios rebeldes del Donbass. Los planes de evacuación de civiles han avanzado muy lentamente.
Según Reuters, ayer mismo el convoy humanitario que iba camino a Mariupol se tuvo que detener y dar media vuelta. Mariupol es una ciudad de 400.000 habitantes que lleva más de una semana completamente rodeada. Sin luz, sin agua, sin calefacción.
Y una de las últimas acciones del Ejército ruso ha sido bombardear una maternidad. Imágenes con mujeres a punto de dar a luz rotas por el dolor de no saber si el siguiente movimiento es una bomba, una contracción o es que tu bebé no llega, o no puede llegar. Encogen el corazón las imágenes de las incubadoras destrozadas y las salas de cuidados neonatales arrasadas.
Al menos tres personas habrían fallecido, entre ellas un niño, y otras 17 han resultado heridas como consecuencia del bombardeo sobre el hospital, según un balance de víctimas divulgado hoy por las autoridades ucranianas.
El Ayuntamiento ha acusado a las fuerzas rusas de destruir de forma deliberada infraestructuras civiles en Mariúpol, según informa la agencia UNIAN. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, calificó de “atrocidad” el ataque, y ha insistido en pedir una zona de exclusión aérea. Esta misma semana el presidente dijo que un niño había muerto deshidratado.