Alexei Navalny lleva más de 10 años criticando la política de Vladimir Putin, destacando la corrupción de Rusia en todos los ámbitos. Su ‘peligrosidad’ se vio agrandada cuando en agosto de 2020 fue envenenado, en teoría, por los servicios de espionaje rusos.

Su mayor sueño es enfrentarse a Putin en unas elecciones, algo que ya intentó en las elecciones presidenciales de 2018, pero su candidatura fue vetada después de que un tribunal ruso le condenara por malversación de fondos. Navalny siempre ha negado las acusaciones, y asegura que sus disputas legales son represalias del Kremlin por sus críticas.

Nació el 4 de junio de 1976 en Butyn, en la región de Moscú. Se graduó de derecho en la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos de Moscú en 1998. Vive en Moscú con su esposa y dos hijos.

El envenenamiento de Navalny

El atentado que sufrió casi le mata en agosto de 2020. Navalny colapsó físicamnete durante un vuelo sobre Siberia y fue llevado de emergencia a un hospital en Omsk, en el centro del país, donde cayó en coma.

Gracias a una organización humanitaria con sede en Alemania consiguñó que funcionarios rusos le permitieran trasladarle a Berlín y tratarle. Días después, el 2 de septiembre, el gobierno alemán reveló que las pruebas realizadas mostraban "signos inequívocos" de envenenamiento por agente nervioso Novichok. El mismo agente químico por el que casi mueren el ex espía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia en Inglaterra en marzo de 2018.

En el 2019 se le diagnosticó "dermatitis de contacto" mientras estaba en la cárcel, y su médico indicó que podría haber estado expuesto a "algún agente tóxico", aunque sin determinar. También ha sido atacado dos veces con un tinte verde antiséptico conocido como "zelyonka" y sufrió quemaduras químicas en un ojo.

La respuesta de Putin

Putin le ignora, nunca le nombra en público, niega por supuesto haber intentado envenenar a nadie, aunque sí admite que el gobierno vigila al opositor acusándole de ser un espía estadounidense.

Su actividad política

Su ascenso como fuerza en la política rusa comenzó en el año 2008, al denunciar en su blog la corrupción del Estado en Rusia. Para ello, se convirtió en accionista minoritario de las principales compañías petroleras, bancos y ministerios de Rusia.

Navalny ha participado en eventos ultranacionalistas. Los nacionalistas rusos también desconfiaban de sus vínculos con Estados Unidos después de pasar un semestre en Yale en 2010 gracias a una beca.

Cuando fue encarcelado en julio de 2013 por malversación de fondos, la condena de cinco años se consideró como una decisión política. Se le permitió salir de la cárcel para participar en las elecciones a la alcaldía de Moscú, en las que quedó segundo con el 27% de los votos, detrás del aliado de Putin, Sergéi Sobyanin. El resultado se consideró un gran éxito, ya que Navalny no tenía acceso a la televisión, dependía exclusivamente de internet y del boca a boca.