Oksana Markarova, embajadora ucraniana en Washington, ha denunciado en el Congreso de EEUU que Rusia está lanzando bombas termobáricas en Ucrania, según EFE. La diplomática, que está manteniendo reuniones en el país norteamericano para explicar la situación que vive su país, asegura que estos ataques demuestran la "devastación" que pretende realizar Rusia en Ucrania.

Tras reunirse con los senadores de los dos principales partidos estadounidenses (republicanos y demócratas), Markarova ha asegurado que el Ejército ruso está usando bombas termobáricas, conocidas como bombas de vacío, para bombardear ciudades ucranianas, aunque no ha especificado sobre qué localidades las han lanzado.

Estas armas, que provocan explosiones de alta temperatura, "están prohibidas por la convención de Ginebra", lo que desmuestra que Rusia busca una "desvastación grande" en su país, según las declaraciones de la embajadora recogidas por la cadena estadounidense Fox. Por ello, Markarova ha solicitado a EEUU que den más armas y asistencia militar.

Las bombas de vacío se crearon a finales del siglo pasado y su objetivo es extraer el oxígeno que hay en la zona donde se lanzan para crear una explosión de gran tamaño. Funciona a través de dos cargas explosivas que esparcen una nube de combustible en el aire. Estas se mezclan con el oxígeno y crea la sensación de vacío (de ahí su nombre) a través de una explosión a alta temperatura que extrae el oxígeno, lo que provoca la asfixia e, incluso, puede llegar a incinerar cuerpos humanos.

Más de 400.000 refugiados en cinco días

Antony Blinken, secretario de Estado, anunció el sábado que se había aprobado una dotación de más de 300 millones de euros en equipamiento adicional para Ucrania, que incluye misiles portátiles antitanque Javalin. Sin embargo, para la diplomática no es suficiente. Por su parte, los senadores del país norteamericano han asegurado que siguen comprometidos con la situación ucraniana.

"Orgulloso de hablar con la embajadora Markarova y decirle que el Senado continuará apoyando y acelerando la asistencia letal a Ucrania, y manteniendo la presión sobre el (presidente ruso Vladimir) Putin para poner fin a esta guerra injustificada", fueron las palabras del senador Bob Menendez, presidente del comité de Exteriores del Senado, tras la reunión.

La guerra, que comenzó con la operación militar que puso en marcha Rusia hace apenas cinco días, ha dejado al menos 102 muertos y 304 heridos civiles, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Por su parte, las autoridades ucranianas fijan la cifra de decesos en 352. Además, más de 400.000 ucranianos han tenido que abandonar su país, y existen otros 100.000 desplazados internos, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados.