El sueño de mucha gente, sobre todo de los aficionados a los juegos de azar, es que algún día le toque la lotería. Son pocos los agraciados con ello, menos aún los que reciben un premio millonario. Sin embargo, hay quienes tienen el boleto ganador de un jugoso premio y no lo reclaman nunca o no llegan a tiempo de hacerlo.

Según las estadísticas, hay entre un 30 y un 70 por ciento de los premios de estos juegos que nunca se reclaman, sobre todo en Estados Unidos, donde más veces sucede. En el país norteamericano, un ganador de seis millones de dólares fue a recibir el premio tres días tarde, con lo que se quedó sin cobrarlo.

Pero no ha sido el único caso sonado. Otro de estos desafortunados sucesos ocurrió en Reino Unido, donde hace unos años hubo un ganador del bote de Euromillones: un montante de 60 millones de euros. No obstante, el afortunado sigue sin haberse presentado a reclamarlo. En Illinois, dejaron de cobrarse más de 12 millones de euros en 2005, y en Indiana se quedó desierto un premio de casi 46 millones en 2002.

La causa más frecuente es que los agraciados no se enteran de que tienen el boleto ganador, aunque también hay casos en las que pierden ese ticket. Aunque la mayoría de premios no reclamados son de montantes menores o intermedios, hay algunos que suponen millones de euros. Pero, ¿dónde va a parar ese dinero?

En Francia lo sortean

Esto dependerá del país donde suceda. Por ejemplo, en España el dinero no cobrado tres meses después del sorteo siempre se lo queda Hacienda, independientemente del sorteo que sea. Incluso los de Euromillones, donde participan personas de muchos países de Europa, el premio no reclamado que caiga en territorio español va a parar a las arcas nacionales. Así, cada año se ingresa una cantidad importante de dinero. Por ejemplo, en 2016 se recaudaron 5 millones de euros de esta manera.

Sin embargo, no en todos los países es así. Por ejemplo, en Francia acumulan todo ese dinero en un súper bote que se sortea una vez al año. Otro ejemplo diferente es el de Reino Unido, donde decidieron destinar parte de él a causas sociales y, además, tienen un plazo de hasta seis meses para reclamarlo.