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Acedero, la aldea que emerge por la sequía se convierte en reclamo turístico

Situada en Ourense, la sequía ha permitido ver ‘el interior’ del embalse de Lindoso, entre Galicia y Portugal, sumergido el 8 de enero de 1992.

embalse ourense
Brais LorenzoEFE

La historia la recuperó el diario británico The Guardian estos días, cientos de turistas portugueses y españoles, sobre todo de Galicia, están aprovechando la escasez de lluvia para recorrer las ruinas que han emergido de las aguas del embalse de Lindoso, en Ourense, que están mostrando un paisaje de película. Una aldea completamente vacía, abandonada, que estaba sepultada para el agua del embalse.

La aldea ‘desapareció’ el 8 de enero de 1992, cuando la hidroeléctrica portuguesa EDP cerró las compuertas y llenó el embalse, dejando los vecinos toda su vida atrás. “Esto es un desastre, refleja cómo vaciaron el embalse de forma salvaje. Me da mucha pena el expolio que hicieron con los embalses”, relata Francisco, un vecino de Xinzo de Limia (Ourense), a El Correo Gallego.

La historia de Acedero

El embalse, acordado por las dictaduras de Franco y Salazar, ejecutado décadas después, borró del mapa las casas de los pueblos de A Reloeira, Buscalque, O Bao y Lantemil en 1992, siendo el final de cuatro aldeas. Y también Acedero.

“Aquello parecía el diluvio universal. El 8 de enero del 92 llovía a mares y el río Limia venía engordado. La hidroeléctrica cerró las compuertas y empezó a llenar”, es lo que contaba El País el 14 de diciembre de 2012, en un especial sobre el pueblo sumergido.

En total sumaban 250 vecinos. Los que vivían en las zonas más altas tuvieron tiempo, hasta el mes de mayo de ese año, para elegir qué muebles salvar, desmontar la iglesia del XVII y trasladar el cementerio.

En Buscalque y O Bao, cuando se dieron cuenta, el agua ya era una realidad de casi un metro. “Se hizo de noche enseguida, el agua estaba llena de gallinas ahogadas, gatos que querían nadar... La Cruz Roja ayudó a sacar de las casas a los viejos”.

El pantano sepultó el primer día una especia única de naranjos. "Era un valle precioso y fértil. Venían pescadores porque el río era truchero, había barcas y campos verdes. En Buscalque se daban las granadas", recordaba una vecina, Miriam. "Pudo haber una desgracia porque la EDP ni se ocupó en cortar los cables de los postes de la luz".

El peligro de caminar en la aldea sumergida

La energética EDP ha pedido a los ayuntamientos orensanos que impidan las visitas a las casas que han resurgido del pantano, lugar que se sigue llenando de cientos de curiosos durante los fines de semana. No confían en las estructuras que han estado años bajo el agua. Tampoco en el terreno si ahora tiene movimiento muy diverso.

Según los datos del Ministerio de Medio Ambiente, los embalses de España están al 44% de su capacidad, muy por debajo de la media que era del 61% durante la última década. Aún no han saltado las alarmas para el ahorro de agua, pese a llevar desde el día de Reyes sin llover en gran parte de España.

En la provincia de Ourense, donde llevan casi un mes sin registrar precipitaciones, el mes de enero recién se ha convertido en el más seco en la última década.