Apostar o no por una vacunación personalizada es, actualmente, uno de los principales temas de debate entre los diferentes expertos. Actualmente, los países continúan con la inoculación de la tercera dosis contra la COVID-19 y en la vacunación de los menores de 12 años.

En nuestro país, Sanidad autorizó la administración de la cuarta dosis de la vacuna contra la COVID-19 para el denominado 'Grupo 7 de la Estrategia de vacunación', en el que se incluyen a personas inmunodeprimidas y a otras con una edad igual o superior a los cinco años con patologías de muy alto riesgo de COVID-19, entre los que se incluyen pacientes con transplante de órgano, receptores de transplante de progenitores hematopoyéticos o con diagnostico de cáncer, entre otras muchas.

Precisamente, para este grupo de población Sanidad ha autorizado la inoculación de la vacuna de Novavax, la primera dosis creada a base de proteínas contra el virus del SARS-CoV-2, y que puede ser almacenada, manipulada y distribuida a temperatura de frigorífico. Está formada por nanopartículas hechas de la proteína Spike, y al igual que otras como Pfizer, entre cada una de las dosis debe haber un intervalo de, al menos, 21 días.

Sin embargo, las personas de riesgo forman uno de los grupos que sí deben tener prioridad a la hora de recibir la cuarta dosis de la vacuna, a diferencia de otros grupos, siempre según el criterio de los expertos que han sido consultados al respecto.

"No es sostenible ni accesible"

De esta manera, son varios los expertos que coinciden en una misma opinión. Se debe priorizar a la población de riesgo a la hora de inocular la cuarta dosis. Andrew Pollard, presidente del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI) del Reino Unido, expresó que "no es sostenible, ni accesible, vacunar al planeta cada cuatro o seis meses".

En nuestro país, el inmunólogos José Gómez Rial argumentó que ahora debemos apostar por una "vacunación individualizada", para lo que haría "inmunidad celular". Para ello, y según explicó en su cuenta de Twitter, es el momento de apostar por los test de inmunidad "que permitan medir el 'status inmune' del individuo antes de administrar dosis de recuerdo de forma indiscriminada". Estos permitirían detectar si el individuo "ha generado 'memoria inmune' a los antígenos del virus".

Por otra parte, el Jefe de Servicio de Inmunología de Hospital CU Virgen de Arrixaca-IMIB, Manuel Muro, explicó en Twitter que para la administración de esta dosis debemos saber el 'estado inmune' del individuo. "Lo que no tiene sentido es seguir vacunando y vacunando sin comprobarlo, con criterios solo epidemiológico". También se pronunció al respecto el inmunólogo de la Universidad de Valladolid, Alfredo Corell. Sobre la cuarta dosis, argumentó que no se deben dar cuatro dosis en un año ya que eso supondría "sobreestimular el sistema inmune".

Más de 16 millones de dosis de refuerzo administradas

Según el Ministerio de Sanidad, en nuestro país se han administrado más de 16 millones de dosis de recuerdo, de las cuales más de nueve millones corresponden a dosis de Pfizer. Una campaña de vacunación que comenzó con los mayores de 70 años, inmmunodeprimidos y personal sociosanitario, y que ya continúa con el resto de grupos mayores de 18 años. También continúa la administración de la vacuna en menores de 12 años.