La llegada de la primavera provoca un aumento de casos de alergias respiratorias, derivadas por el entorno que nos rodea, propio de la época, como es la polinización de los árboles o la germinación de los olivos. Los síntomas en la mayoría de los alérgicos tienen una estrecha relación con las afecciones que presenta la variante Ómicron del coronavirus, una mutación mucho más leve, cuya sintomatología es similar a la de una gripe.

Sin embargo, las personas que son alérgicas y presentan afecciones respiratorias, propiciadas por la reacción, pueden presagiar que están infectados de COVID. Por ello, Álvaro Cano, gerente médico de Aegon, reconoce que la gente no sabe cuál es la diferenciación entre las afecciones propias de una alergia con las de Ómicron. Por ello, te mostramos cómo distinguir los síntomas causados por la variante Ómicron y los más comunes de las alergias.

¿Cómo diferenciar los síntomas de Ómicron y de una alergia?

La congestión nasal y los estornudos son los síntomas más comunes que arroja un paciente con alergias, como también son los de Ómicron. Sin embargo, la mucosidad es “más clara y líquida” que una infección a causa de esta variante, según cuenta Álvaro Cano. También, la mayoría de los contagiados con COVID no presentan una irritación nasal, a diferencia de los alérgicos, aunque sí picor en la garganta.

Otro de los factores diferenciadores es que una infección por Ómicron produce una sintomatología, marcada por la fiebre, dolor de cabeza y de garganta, malestar general e incluso una indisposición gastrointestinal, a diferencia de una alergia, cuyas afecciones son distintas. Por otro lado, la duración de los síntomas puede ayudar a identificar el diagnóstico final, ya que una infección por Ómicron suele durar entre dos y cinco días, mientras que una alergia respiratoria puede permanecer hasta que se dé por clausurada la época primaveral o invernal.

No obstante, Álvaro Cano recomienda ventilar a diario los hogares, ya que es idóneo para evitar reacciones adversas en personas alérgicas. Además, considera que es necesario evitar los lugares cerrados, ya que es donde más se concentran partículas de polvo, como también la visita a parques o jardines con plantas arizónicas y cipreses en su entorno natural.