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Una jubilada denuncia a su banco por cobrarle por atenderla en la ventanilla

Ha ocurrido en la localidad de Burjassot, en Valencia, donde una vecina ha denunciado a su sucursal por no ayudarle a sacar dinero en el cajero y querían cobrarle 2 euros en ventanilla.

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Una jubilada denuncia a su banco por cobrarle por atenderla en la ventanilla

Amparo Molina, vecina de Burjassot (Valencia), jubilada y con problemas de movilidad, ha denunciado a los trabajadores de una sucursal del BBVA por querer cobrarle dos euros por sacar su dinero en ventanilla, y no ayudarle tampoco en el cajero a sacar dinero.

Una denuncia más para la campaña “Soy mayor, no idiota”, donde se busca que los trabajadores de los bancos ayuden a las personas que no están familiarizadas con los procesos digitales, y les acompañen a retirar su dinero o la tarea que necesiten en ese momento.

La campaña ha llegado al Gobierno

Carlos San Juan, el jubilado de 78 años que empezó hace un mes la campaña "Soy mayor, no idiota" para que no eliminen la atención presencial en los bancos a los mayores, recibió una contestación del Banco de España el jueves por la tarde, y ya ha hablado con el Ministerio de Asuntos Económicos, que le ha dicho que estará "vigilante" ante esta situación.

El caso de Valencia

Amparo Molina ha hecho pública la carta en la que cuenta cómo el jueves acudió a las diez de la mañana a su oficina bancaria para retirar “una pequeña cantidad” de sus propios ahorros. Nadie la ayudó.

Para que los trabajadores de la oficina sepan que no se va a callar, les ha enviado una carta a donde les explica que ha interpuesto una denuncia tras no haber podido sacar dinero con la cartilla en el cajero ni haber recibido su ayuda; lo único que le dijeron es que podían cobrarle dos euros por hacer la operación en la ventanilla.

La afectada pide a los trabajadores "más empatía y menos soberbia con los trabajadores jubilados", además de recalcar que los cajeros automáticos “nunca deberían estar en la calle”, y que si tiene libreta de ahorro es porque le “obliga el Estado”.

La jubilada acudió al Ayuntamiento ya la Policía Local a pedir ayuda, pero le dijeron que no podían hacer nada. Al día siguiente acudió a la Guardia Civil y puso la denuncia. "No quería volver al banco sin la denuncia porque sabía que volverían a reírse de mí". Al entrar en la sucursal mostró el papel al director del banco y le ayudaron a sacar el dinero sin costo alguno.