La pandemia ha cambiado la perspectiva y el modo de vida de muchas personas. El confinamiento, las aglomeraciones y las restricciones hicieron que muchas personas se plantearan cambiar su vida en la ciudad por una mudanza a un entorno rural, siempre que el teletrabajo lo permitiese o incluso abandonando su empleo. Este deseo ha llamado la atención de pequeños municipios cuya población es escasa y que quieren devolver la vida al pueblo.

De hecho, se han creado iniciativas y páginas webs para cambiar la ciudad por el campo y repoblar la España Vaciada. Una de ellas tiene como protagonista a Villalgordo del Marquesado, una pequeña localidad de la provincia de Cuenca que no llega a los 80 habitantes y que hace apenas unas semanas se quedó sin el bar del pueblo, uno de los establecimientos más importantes del municipio.

La cuota de autónomos y la luz, únicos gastos

En los entornos más reducidos, estas cantinas son esenciales, ya que funcionan como punto de reunión de los habitantes e incluso de turistas y personas de paso. Villalgordo del Marquesado no es una excepción, pero poco antes de la llegada de las navidades el bar cerró. Este establecimiento se encuentra en el centro del municipio, justo debajo del ayuntamiento, un emplazamiento ideal para socializar.

Por ello, desde la localidad conquense ofrecen una vivienda gratis a aquella persona que esté dispuesta a regentar el bar. "Nosotros ponemos el local, calefacción, nevera y también una vivienda que ahora está en construcción y que esperamos que esté terminada para el verano", explica el alcalde Natalio Valencia al diario Voces de Cuenca. Por ello, aquel que desee dar un giro radical a su vida y marcharse a vivir al campo tiene una oportunidad de oro, ya que solo tendría que pagar la cuota de autónomos y el recibo de la luz.

"El bar es un lugar donde nos reunimos todos los del pueblo, también los que vienen el fin de semana. Si no es por el bar, ¿dónde te reúnes? Ni siquiera nos veríamos", explica el representante público del pequeño municipio, que señala que ya existen candidatos a aprovechar esta oportunidad y que uno de ellos será probablemente quien se haga cargo del establecimiento y devuelva a los habitantes de Villalgordo del Marquesado un lugar donde tomar algo, hablar y estrechar lazos.

La historia de Olvés

En 2020, ya sucedió algo parecido en Olvés, un pequeño pueblo de Zaragoza con algo más de 100 habitantes. Allí también buscaban una persona que se encargase de regentar el bar y el centro social a cambio de tener una casa gratuita. Además, el municipio se encarga de pagar el alquiler del local, por lo que el único requisito era ser autónomo. "Un pueblo sin bar y sin centro social es un pueblo sin vida", aseguraba la alcaldesa. En unas semanas recibieron más de un centenar de solicitudes y pocos meses después hubo ganador.