Contar con unos niveles altos de colesterol es algo que, a priori, podría no centrar nuestra atención. Pero ello puede derivar en importantes problemas de salud a medio y largo plazo, por lo que es importante controlarlo. La hipercolesterolemia es un factor de riesgo de otras enfermedades cardiovasculares, por ello es importante prestarle la atención que se merece con el fin de evitar problemas futuros.

Se calcula que en España más de la mitad de la población adulta está afectada por unos niveles altos de colesterol. No obstante, estos niveles por encima de lo ideal (200 miligramos por decilitro en el colesterol total, y menos de 130 mg/dl en el conocido como 'colesterol malo', LDL, de acuerdo con la Sociedad Española de Medicina Interna) son fácilmente corregibles se sabemos cómo.

Para ello, es necesario realizar algunos ajustes en la dieta, intentando evitar especialmente algunos alimentos como los lácteos enteros o la bollería industrial. Pero además, esto se debe complementar con una mejoría en la calidad del sueño y la práctica de deporte de forma regular. En lo relativo al primer punto, el de la alimentación, un estudio de la Universidad de Harvard ofrece algunas pistas de cómo llevarla a cabo.

El 'truco' está en las legumbres

De acuerdo con la prestigiosa universidad estadounidense, una de las claves para conseguir reducir los niveles de colesterol es aumentar la presencia de legumbres en la alimentación. "Frijoles, lentejas, guisantes, garbanzos, todo es bueno... y bueno para ti. Las legumbres son increíblemente nutritivas, ricas en proteínas y fibra, bajas en grasas y bajas en carga glucémica", empieza diciendo el texto.

Gracias a esta composición, explican los investigadores, se ha asociado tradicionalmente a las dietas altas en este tipo de alimento con un riesgo menor de padecer algunas patologías como obesidad, diabetes, hipertensión arterial o el citado exceso en los niveles de colesterol. Incluso, se observa que el consumo frecuente de legumbres puede producir mejorías en pacientes que ya sufren estos problemas. A su vez, hacen referencia a un estudio que concluyó que una taza de legumbres diaria, durante tres meses, logra varios objetivos: pérdida de masa corporal, reducción de la circunferencia de la cintura, bajada de los niveles de glucosa en sangre, así como del colesterol y la tensión sanguínea.

Propiedades de las legumbres

El factor clave que explica todos estos beneficios que presentan las legumbres, en sus diferentes variedades, está en su alta proporción de fibra, concretamente la fibra soluble viscosa. Un nutriente capaz de ralentizar la absorción en el intestino delgado y de unirse a determinadas moléculas necesarias para la formación posterior del colesterol.

Junto con ello está el bajo índice glucémico de las legumbres, que consigue reducir los niveles de azúcar en sangre y la producción de insulina, correlacionada con altos niveles de colesterol en sangre. Y por último, el alto contenido en proteínas de este tipo de alimento, fuente de energía que puede emplearse como sustituto de otros cuyo contenido de colesterol es relativamente mayor.

Por si fuera poco, al tratarse de un alimento muy saciante hace que quien los consume en grandes cantidades dejen de lado, por así decirlo, otros alimentos no tan beneficiosos. Como consecuencia, se produce un efecto positivo en el posible riesgo de padecer obesidad y diabetes de tipo 2. Y además, son una buena fuente de potasio, magnesio y folato (una forma de vitamina B), todos estos minerales con repercusiones positivas en diferentes aspectos de la salud cardiovascular.