La llegada de la nueva variante Ómicron ha provocado un vertiginoso ascenso en las ventas de los test de antígenos en las farmacias españolas, que han encontrado enormes dificultades para recibir existencias de estos artículos. Estos test han supuesto una gran medida preventiva en la lucha contra los contagios durante las navidades, aunque pese a ello se hayan batido los récords absolutos de contagios.

La demanda de este artículo, muy por encima del volumen de oferta, en un mercado de libre competencia, ha tenido un final fácilmente predecible: la desorbitada subida de precios de estos test rápidos, que han llegado a costar hasta 12 euros en algunas farmacias de España. Esta situación ha obligado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a anunciar la regulación del precio de los test de antígenos a un coste máximo de 2,94 euros para hacerlos más asequibles, como ya han hecho varios países europeos.

Pese al problema surgido, Sánchez expresó que no se plantea el permitir la venta a ningún otro establecimiento que no sean farmacias, según el ejecutivo, por las garantías que ofrecen, y además ahora, por la obligación de notificar los casos positivos. Desde el Ministerio de Política Territorial han secundado la exclusividad de venta de este producto en farmacias, argumentando que las farmacias y el Gobierno han trabajado 'de la mano' durante toda la pandemia.

Los supermercados se pronuncian

Ante la negativa de las autoridades para aprobar la venta de los test de antígenos en otros establecimientos que no sean farmacias es incomprensible para la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED), que agrupa a grandes superficies como Carrefour, El Corte Inglés o Alcampo.

ANGED ha ofrecido por carta a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, la posibilidad de comenzar a vender las pruebas en estos negocios "en los términos que las autoridades sanitarias estimen oportuno". También han puesto sobre la mesa los beneficios de este cambio de rumbo, ofreciendo al ciudadano unos precios más asequibles, derivados del aumento de la oferta en el territorio español.

Muchos países vecinos, como Francia, Alemania y Portugal, venden en sus supermercados estos test de antígenos, a precios que rondan los 2 euros. Por otra parte, la asociación pone como ejemplo la venta de mascarillas como un precedente exitoso contra la lucha frente a una desbordante demanda de un artículo.

Las farmacias argumentan que es un 'producto sanitario'

Por su parte, los farmacéuticos aplauden las decisiones tanto de regular los precios, como mantener la exclusividad de venta de los test para las farmacias. Desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos han argumentado que esa subida de precios se debe a factores externos a los propios establecimientos españoles, y han expresado los beneficios en la venta mediante personal especializado y cualificado, y ha subrayado el acceso a un punto de venta farmacéutico de prácticamente toda la población española.