Los contagios diarios de COVID-19 experimentaron una subida exponencial durante las Navidades. Si el primer día de diciembre la incidencia acumulada a 14 días por cada 100.000 habitantes se situaba en 253, este viernes 14 de enero alcanza los 3.209 puntos. Pero, para conocer la evolución de la COVID-19, es necesario examinar el porcentaje de incremento.

Es decir, si a finales de diciembre y a principios de enero se producían crecimientos semanales superiores al 90%, este viernes ese porcentaje es, tan solo, del 17,2%, según El País. Esto no quiere decir que los contagios disminuyan, pues este 14 de enero se han registrado 162.508 nuevos casos. Si bien las cifras de contagios son muy elevadas, el crecimiento es más lento y se vaticina, en breve, el pico de la incidencia acumulada.

¿Caída de la transmisión o reducción del testado?

Las cifras ofrecen algunas dudas porque no contienen los autotest, es decir, las personas que dan positivo en una prueba de antígenos y no lo notifican a los sistemas de salud de sus comunidades. Algunas autonomías como Galicia, Navarra, Cataluña y Aragón registran los autotest que se comunican a sus sistemas de salud; mientras que Murcia, Andalucía, Madrid, Baleares, Castilla y León o la Comunidad Valenciana exigen confirmación mediante una prueba adicional en los servicios sanitarios.

Ofrecen dudas por la diferencia en la incidencia acumulada de las comunidades: Andalucía tiene 6.594 casos y Navarra 1.419. ¿A que se debería una bajada de contagios? “Sospecho que en algunos sitios como Navarra, que hace muchos test y está en tasas de transmisión espectaculares, si bajan los casos notificados se deberá a caída de la transmisión (cada vez deben tener menos población susceptible, bien por haberse contagiado, bien por terceras dosis). En otros lugares, probablemente el componente de reducción del testado es más importante”, explica a El País Salvador Peiró, epidemiólogo y jefe de Investigación de Fisabio.

¿Cuándo se alcanzará el pico?

Las autoridades sanitarias esperan que la situación de España se acabe asemejando a la de Sudáfrica, país en el que se detectó Ómicron y experimentó una explosión de casos COVID-19 para después comenzar a descender, también de forma acentuada. Algo así ha comenzado a verse en Navarra, pues parece haber alcanzado el pico y experimentar una clara caída.

En todo caso, el virus es impredecible y no se sabe muy bien cuándo se alcanzara el pico. Ya ha ocurrido en otros países como Alemania y países bajos, cuyas cifras se encuentran ahora en ascenso después de haberse reducido a principios de enero. España parece acercarse a una situación más favorable en el que la sexta ola comienza a reducir marchas.