Los datos de la sexta ola en España dejan esta semana 17.436 pacientes ingresados y 2.224 en las unidades de críticos, datos que confirman que el riesgo sigue siendo alto en cuanto a ocupación hospitalaria atendiendo a los criterios de Salud Pública.

El experto Àlex Arenas, físico, matemático y catedrático de la Universidad Rovira i Virgili, cree que el techo de una sexta ola que no parece llegar, ya que la incidencia a 14 días continua subiendo y ya se sitúa en 3.156,63 por 100.000 habitantes con datos de EPDATA del 13 de enero.

La situación sanitaria

Con la situación tensionada en cada departamento del sistema de salud, desde Urgencias, Atención Primaria, Hospitales, el experto señala que la curva será diferente, y no como tal. "Lo que hace el altiplano es que esa presión hospitalaria sea sostenida en el tiempo. No es nada bueno", comenta Arenas a Nius.

“Cuántos más infectados, más posibilidades de que alguno termine en planta o en la UCI. Aunque las estancias con Ómicron son más reducidas, los pacientes tardan en recibir el alta, lo que facilita que se acumulen los enfermos”. Los pacientes COVID, por sus características, necesitan más personal siempre, y más maquinaria y medicamentos. Por lo que los recursos son para ellos en la gran mayoría de los casos.

Qué pasará a finales de enero

"Es bastante probable que empecemos a bajar antes de que termine el mes de enero. Aunque va a depender de la comunidad, porque se han tomado medidas heterogéneas", destaca el matemático, que trabaja con modelos para predecir el comportamiento de los contagios.

Cree que en unos diez días podríamos empezar a ver el cambio de paradigma, extrapolando los datos de Cataluña en este caso. "Estamos viendo que empezaríamos a ver un descenso conjunto de la incidencia en todas la franjas de edad hacia el 23 de enero, a partir de esa semana", apunta como inicio del fin de la sexta ola en España. Eso sí, a pesar de lo que se ha dicho multitud de veces, Arenas advierte de que la bajada no será tan vertical como se especula: "Vamos a ir doblegando la curva pero va a ser un poco más lento que un pico seguido de una bajada vertical"

"Si se consiguiera frenar la transmisión en estos grupos es muy probable que pudiéramos dar más velocidad a la bajada", explica. La vuelta a las aulas desde el 10 de enero ha supuesto una carga extra, pero se ha frenado la transmisión en la población menos vacunada, como los menores, que han empezado a vacunarse estos días. Precisamente donde reclama mascarillas FFP2 por estar los alumnos muchas horas todos juntos como medida para frenar el contagio.