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SpFN, la ‘supervacuna’ para acabar con la pandemia

Científicos del Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed han creado una vacuna eficaz contra todas las variantes del COVID. Los ensayos van a entrar en la fase 2.

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La supervacuna del Ejército de Estados Unidos.
STRINGER VIA REUTERS

El complejo hospitalario más importante del Ejército estadounidense, el Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed (WRAIR), ha anunciado un avance que puede cambiar el rumbo de la pandemia. Los científicos de la institución han logrado desarrollar una vacuna que combate todas las variantes del COVID, incluida Ómicron, además de otros virus anteriores del SARS.

Este equipo de investigadores lleva dos años centrado en descubrir la fórmula de una vacuna que sea eficaz no solo contra la cepa de COVID que sea dominante en un momento, sino contra todas sus variantes potenciales, según ha informado Defense One. Esta vacuna, llamada Spike Ferritin Nanoparticle COVID-19 (SpFN), completó con éxito las pruebas en animales a principios de 2021.

Estos resultados fueron publicados en la revista Science Translational Medicine e indican que SpFN protegía a los primates no humanos de la enfermedad causada por la cepa original de SARS-CoV-2 y, además, inducía anticuerpos altamente potentes y neutralizantes contra las principales variantes de preocupación del virus, incluido el virus SARS-CoV-1, surgido en 2002. El doctor Kayvon Modjarrad, director de la subdivisión de Enfermedades Infecciosas Emergentes del WRAIR, informa de que la vacuna está desarrollada con una tecnología 'pan-coronavirus', " que podría ofrecer una protección segura, eficaz y duradera contra múltiples cepas y especies de coronavirus".

Resultados positivos en humanos

Ahora, a punto de finalizar el año, la fase 1 de los ensayos en humanos ha concluido, también con resultados positivos que están "en revisión final", según Kayvon Modjarrad, partícipe en el estudio. No obstante, la vacuna debe ser sometida todavía a una fase 2 y una fase 3 para confirmar su eficacia y descartar efectos negativos. 

La vacuna, con dos dosis administradas con 28 días de diferencia, ha provocado en los ensayos "potentes respuestas inmunes". Con ella se consiguió eliminar rápidamente el virus en primates, dejándose de replicar en vías respiratorias superiores e inferiores. Además de generar anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2 y sus diferentes variantes, también lo hizo contra el SARS-CoV-1, causante del síndrome respiratorio que afectó al sudeste de Asia en 2003.

A diferencia de las inyecciones actuales, SpFN usa ferritina, una proteína existente en casi todos los organismos vivos y cuya forma es la de un balón de fútbol. Tiene 24 caras, lo que posibilita unir los picos de múltiples cepas de coronavirus en las diferentes caras de la proteína. "Es muy emocionante llegar a este punto para todo nuestro equipo y creo que también para todo el Ejército", ha asegurado Modjarrad.

Este suero necesitaba ser probado en personas que no hubieran recibido dosis de ninguna vacuna ni tampoco se hubieran infectado por COVID, lo que ha retrasado los ensayos más de lo esperado. Ahora, el próximo objetivo es observar el comportamiento de la vacuna en personas que ya han pasado la enfermedad o que ya han sido vacunadas.

"Decidimos mirar a largo plazo en lugar de centrarnos únicamente en la aparición original del SARS y, en cambio, comprender que los virus mutan, que surgirán variantes, virus futuros que pueden surgir en términos de nuevas especies. Nuestra plataforma y enfoque equiparán a las personas para que estén preparadas para eso", ha concluido el experto.

La opinión de un experto del CSIC

El éxito de esta vacuna puede suponer un importante hito para el tratamiento de enfermedades infecciosas por su posible uso contra nuevos coronavirus. Vicente Larraga, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que trabaja en una vacuna esterilizante contra la COVID, explica en 20 minutos el acierto de este tipo de vacuna centrada en las nanopartículas. "Es buena idea porque va a ser muy útil en los próximos años. Parece que tiene unos resultados razonables".

Para el experto, las vacunas de Novavax, recientemente aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), y SpNF, no son iguales pese a compartir principio. Si en la última se unen las proteínas S a una nanopartícula "para que viaje mejor dentro del organismo", la de Novavax "es un fragmento de varias proteínas S que son solubles, no van unidas a la partícula".

Respecto a una de las posibles fortalezas de la vacuna desarrollada por el ejército norteamericano, la de "abordar la pandemia actual y actuar como primera línea de defensa contra variantes de interés y virus similares que podrían surgir en el futuro", Larraga se muestra algo escéptico. De acuerdo con el parasitólogo del CSIC, "todas las cepas anteriores están cubiertas por los segmentos (proteínas S) que los creadores han tomado de cada una". Sin embargo, advierte de que "no está tan claro que sirva para las futuras cepas".

Por último, sobre la posibilidad de combatir diferentes variaciones, lo considera algo habitual. "Uno intenta cubrir el espacio más amplio posible, así la respuesta será mayor frente a nuevas variaciones", señala. No obstante, recuerda que "da un resultado, pero temporal, pues si hay una mutación, en algún momento se escapará".