ERUPCIÓN LA PALMA

La amenaza invisible del volcán de La Palma

En algunas zonas hay temperaturas de más de 100 grados en la superficie, y los gases son tóxicos, por lo que el peligro del volcán sigue siendo importante.

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La amenaza invisible del volcán de La Palma
BORJA SUAREZ REUTERS

El volcán de La Palma sigue siendo peligroso para la población. Según ha explicado el experto vulcanólogo y científico Itahiza Domínguez en Nius, “todavía no ha concluido la emergencia y todavía hay riesgos".

Junto con un grupo del Instituto Geográfico Nacional se acercó estos días al cono del volcán, con máscaras de protección y medidores, y el resultado es que sigue habiendo un serio peligro para la población. "La zona sigue en exclusión, que nadie se acerque hay que tener paciencia, todavía quedan días hasta que la lava se enfríe y la gente pueda volver a sus casas".

El peligro del Cumbre Vieja ahora

Y es que la toxicidad de los gases que emanan del volcán es muy peligrosa para la población, y pueden causar daños en cuestión de minutos, desde los más visibles como irritación de ojos y piel, a causar problemas serios a nivel interno que no se detectan de manera rápida.

De la misma manera que las altas temperaturas que aún tiene el terreno. “Hay zonas que están muy calientes y la lava de arriba se va enfriando y hace de aislante y evitan que lo de abajo se enfríe rápidamente y por eso va poco a poco desgasificando que no deja que se enfríe lo de dentro y hace que se acumulen los gases, por eso tenemos que seguir teniendo mucho cuidado. En cualquier momento puede haber un desprendimiento”.

Y no sólo el desprendimiento es un peligro, sino que aún hay puntos incandescentes, con más de 100 grados de temperatura. Se necesita tiempo para que se apaguen; algunos están a más de 50 metros bajo tierra y tienen aperturas de 10 metros.

Por qué el volcán se ve ahora amarillo

Tiene una explicación, y es por los depósitos de azufre, que reaccionan con el vapor del agua y hace que se forme el cristal de azufre, lo que da al volcán el tono amarillo actual. Junto a este efecto, hay otro, la reducción del volcán.

El Cumbre Vieja se está haciendo pequeño, y eso es por la cámara térmica y las grietas, que se van encogiendo a medida que se enfrían. La cartografía de la zona deberá esperar a ser estable para poder medir con exactitud de nuevo la isla.