La sexta ola del coronavirus continúa extendiéndose por nuestro país a un ritmo imparable. Sanidad notificó ayer el mayor dato de contagios en 24 horas, al registrar 166.688 nuevos casos por COVID. Mientras, la incidencia acumulada subió 257 puntos el último día y se sitúa en los 1.508 casos por cada 100.000 habitantes, por lo que España sigue en riesgo muy alto.

Hoy, en Nochevieja, muchas son las personas que están recurriendo a los test de antígenos (que se distribuyen en las farmacias) para poder celebrar de forma segura las tradicionales comidas y cenas con la familia y amigos.

A pesar de que en las últimas semanas la popularidad de los test de COVID ha crecido al mismo ritmo que han aumentado los contagios, los expertos advierten de que no son fiables al 100%, por lo que también puede haber falsos negativos. Por ello, te contamos cuál es el mejor test dependiendo de cada situación.

¿Cuándo debemos hacernos un test de COVID?

Los expertos señalan que hay tres situaciones en las que debes realizarte un test COVID: si has mantenido un contacto estrecho con un positivo (esto significa haber estado a menos de dos metros de distancia durante 15 minutos), si muestras síntomas, y cuando tienes un evento con familiares o amigos vulnerables y quieres asegurarte de que no estás infectado.

Respecto a cuando es el momento idóneo para realizarte el test, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) explica en su página web que la prueba debe realizarse en los siete primeros días desde la infección o en los cinco primeros días con síntomas, que es cuando existe más carga viral.

También señalan que existe la posibilidad de obtener resultados falsos positivos y falsos negativos, en caso de hacer la prueba sin tener síntomas o cuando la carga viral es baja.

Los vacunados con dos o tres dosis también pueden infectarse, aunque la vacuna les protege en un 95% de tener una enfermedad grave. Por ello, si no presentan síntomas o no han estado en contacto con un positivo, pueden prescindir de realizarse la prueba.

¿Qué tipos de test existen?

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), señalan que en la actualidad existen tres modos de diagnosticar el virus:

1- Test PCR: Es la prueba más fiable y el preferido por las autoridades sanitarias, ya que su fiabilidad es superior al 90%. La prueba detecta la presencia del virus a partir de muestras respiratorias tomadas en la zona posterior de la faringe. Si el resultado es positivo significa que existe carga viral. Además, este test confirma la existencia de una infección activa y si el individuo puede contagiar a otras personas. Hasta que la PCR no muestre un resultado negativo, se considera que el individuo es potencialmente contagioso.

2- Test de antígenos: Sirven para detectar una infección activa, puesto que identifican la presencia de proteínas del virus. La muestra se procesa en el mismo lugar de su recogida y puede tardar pocos minutos. Un resultado positivo significa que el virus está presente y probablemente existe una infección en curso.

La AEMPS avisa de que "es importante tener en cuenta que las pruebas de autodiagnóstico no serán consideradas para el diagnóstico de confirmación de Infección activa ni en personas con síntomas ni en asintomáticos". Por lo que los resultados positivos en estas pruebas se considerarán casos sospechosos que deberán confirmarse en un centro sanitario.

"El test de antígenos tiene un rango de falsos negativos entre el 10 y el 25%, dependiendo de si la realiza un experto o no", explica a El Mundo Pierangelo Clerici, presidente de la Asociación Italiana de Microbiólogos Clínicos y de la Federación Italiana de Sociedades Científicas de Laboratorio.

3- Test Serológicos: Esta prueba no detecta la presencia del virus en sí, sino los anticuerpos que se hayan generado en el organismo como respuesta a la enfermedad. Por tanto, si hay anticuerpos presentes, no indica si la infección está en curso o si ha ocurrido en el pasado.

No es recomendable hacerse esta prueba, a menos que lo indique un médico. De hecho, es posible obtener resultados diferentes repitiendo la prueba en varios laboratorios.