El Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad de 2021 ha repartido este miércoles millones de euros por toda la geografía española. En muchos casos, la suerte ha llegado en el momento justo para aquellos que más lo necesitaban. El primer premio, el número 86.148, se ha vendido de forma casi íntegra en la estación del AVE de Atocha, en Madrid.

No ha sido, sin embargo, la única administración en la que ha repartido suerte y dinero a partes iguales. Santoña, Ayamonte y Las Palmas de Gran Canaria también han dado un buen 'pellizco' a sus vecinos. En esta última localidad, en el centro comercial El Mirador, se vendieron 40 series con el número premiado por El Gordo.

En el caso de uno de los afortunados, el dinero le vendrá especialmente bien, pues el día previo al sorteo se quedó en el paro. Antonio hasta ahora vivía de alquiler y el día de antes se había quedado sin su trabajo. Mientras veía el sorteo escuchó el número premiado, que le resultaba familiar. Y no se equivocaba: miró en su cartera y observó con alegría que el décimo ganador del primer premio era el suyo, según relata Canarias 7. De no tener nada a tener los algo más de 300.000 euros finales tras lo que se queda Hacienda.

Otros testimonios

Claudia Reyes, la titular de la administración de Las Palmas en la que se vendió la serie premiada, no podía contener la emoción tras dar por primera vez el Gordo a, entre otros, trabajadores del propio centro comercial, vecinos de los municipios cercanos y turistas que había pasado por la isla en los últimos meses.

En el caso de Víctor, Inma y su hija Alexia, la suerte les sonrió cuando viajaban en coche para decidir cuál iba a ser el próximo coche que se iban a comprar. Se dieron cuenta de que la terminación coincidía con su número y, con los nervios y la emoción, decidieron parar el vehículo para hacer la comprobación. No solo tenían la terminación, sino el número al completo. Tenían, también, otro de los boletos premiados, vendido en el barrio de Jinámar.

A lo largo de la mañana han sido varios los que se han pasado por la administración del centro comercial El Mirador para compartir su alegría, entre gritos de emoción y las burbujas del champagne para celebrarlo.