El perro más rico del mundo vende una de sus mansiones
Gunther VI, que recibió una herencia estimada de unos 450 millones de euros, busca comprador para una de sus mansiones ubicada en Miami, y que fue propiedad de Madonna.
La condesa alemana Karlotta Liebenstein, tras fallecer en el año 1992, dejó toda su fortuna a su perro Gunther III, un pastor alemán que fue beneficiario de una herencia valorada en casi 450 millones de euros. Cuando el animal murió, esa herencia fue pasando a las siguientes generaciones caninas. Actualmente el heredero de toda esta riqueza es Gunther VI, el bisnieto, un desconocido para el mundo mediático, que ha saltado a la palestra en un vídeo promocional de una inmobiliaria encargada de encontrar un comprador para una de sus mansiones, que perteneció previamente a la estrella mundial Madonna.
Esta inmobiliaria de inmuebles de lujo, es Assouline Team, y trabaja para conseguirle la mejor venta posible a su cliente, que reside en la toscana. En el vídeo muestran esta propiedad, una mansión ubicada en Miami, de la que fue propietaria Madonna hace cerca de 30 años.
La inmobiliaria ha tasado la vivienda en unos 32 millones de dólares.
La conexión entre la condesa y sus animales
Karlotta Liebenstein fue una mujer muy particular, y que además falleció sin descendencia directa, lo que provocó que dejase todos sus bienes en herencia al ser que más quería en este mundo, su perro Gunther III, parte de una familia de 6 generaciones de pastores alemanes de pura raza que ha perdurado 40 años en el tiempo.
¿Quién está detrás de los Gunther?
Pese al romanticismo que supone pensar en una historia de un linaje canino multimillonario y experto en las inversiones inmobiliarias, lo cierto es que esto en gran parte se basa en una estrategia de marketing llevada a cabo por "un grupo de empresarios italianos que operan la propiedad bajo el Grupo Gunther en Italia. El grupo, registrado en las Bahamas, invierte y posee propiedades en todo el mundo", como asegura la revista Forbes en uno de sus artículos.
Pese a que solamente es la imagen empresarial, lo cierto es que Gunther si lleva una vida de millonario: "Gunther VI vive un estilo de vida bastante lujoso. Junto a los humanos que lo cuidan, viaja en un jet privado, come bistec y caviar, es dueño de muchos yates y autos" añade Forbes. La figura del can es también parte de una buena causa, puesto que su linaje da nombre a una asociación benéfica dedicada al rescate animal, Gunther Rescue.