'Science' revela cuándo comenzó el 'malestar volcánico' en La Palma
La prestigiosa revista científica aporta nuevos datos sobre la erupción del volcán en Cumbre Vieja. Durante los últimos años se han registrado varios enjambres sísmicos.
La erupción del volcán en Cumbre Vieja (La Palma) sigue activa más de dos meses después, y ya se acerca a las erupciones históricas más longevas de la isla. Predecir con certeza el rugir de un volcán no es fácil para los expertos que, aunque cuentan con numerosos parámetros a tener en cuenta, al final la naturaleza es caprichosa y solo ella sabe cuando puede comenzar o terminar de causar estragos.
"Este comportamiento, caracterizado por períodos relativamente prolongados de inactividad e inquietud, está en desacuerdo con la sistemática global de los volcanes basálticos", indica el estudio de Science. Tras cinco décadas de reposo, el "más activo de Canarias", indican, volvió a despertar con fuerza. "La erupción se había estado preparando durante cuatro años", expresa el vulcanólogo del Queens College de Nueva York, Marc-Antoine Longré, sorprendido por la "importante explosividad" de un volcán cuyo comportamiento no estaba claro en los registros previos.
Los estudios previos de otros volcanes, como el Kilauea o el Etna, normalmente sirven para determinar los patrones que siguieron en episodios de disturbios previos. Sin embargo, en esta ocasión no pudo ser así. "Esta estrategia no es posible en volcanes caracterizados por períodos de inactividad mucho más largos, para los cuales los eventos eruptivos más recientes son anteriores al registro de monitoreo", indican.
Erupciones pasadas
Tal y como recoge la publicación científica, el volcán de Cumbre Vieja, a lo largo de su historia, produjo hasta seis erupciones entre los años 1500 y 2020, con periodos de reposo muy variados, que van desde los 24 años entre erupción y erupción hasta los 237 años. La última de ellas fue en 1971, y gracias a los avances del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) se pudieron capturar los disturbios volcánicos antes de esta erupción que sigue activa.
Enjambres sísmicos previos
Entre los años 2000 y 2016 los sistemas de detección del IGN apenas registraron seis eventos de baja magnitud bajo la superficie de La Palma. Pero en octubre de 2017 todo cambió, con un enjambre sísmico que durante ocho días dejó 128 terremotos. Misma situación se dio en febrero de 2018 (84), con la mayoría de seísmos de una magnitud de entre uno y dos y profundidades comprendidas entre los 15 y los 30 kilómetros.
Esto, aseguran, suponen el "primer signo de disturbios volcánicos, aunque algunos lo colocan incluso antes". Durante los siguientes dos años y medio se observan "niveles comparativamente bajos, con solo 53 eventos desde marzo de 2018 hasta junio de 2020". A partir de esa fecha se reanuda con hasta seis enjambres sísmicos, que van desde los 14 hasta los 160 eventos entre julio de 2020 y febrero de 2021. La tendencia de profundidad del hipocentro varía desde octubre de 2017 (entre 20 y 25 kilómetros) y junio de 2021 (de 30 a 35) para regresar a la primera cifra en agosto de 2021, "posiblemente reflejando la dinámica de las tuberías de magma".
Entonces, el 19 de septiembre de 2021, "dos fisuras eruptivas de unos 200 m de largo estallaron en el flanco noroeste del volcán en forma de cresta, a 1 km sobre el nivel del mar y 2 km al este del pueblo de El Paraíso", refleja el estudio de la revista. El resto ya es historia, una historia que todavía no ha terminado y que no deja de sorprender, también a los expertos. "Es un ejemplo revelador de cómo los volcanes basálticos pueden producir simultáneamente flujos de lava y una considerable actividad explosiva".