¿Por qué se llama Ómicron y por qué la OMS se ha saltado dos letras del alfabeto griego?
El organismo de las Naciones Unidos no ha aplicado el orden que había seguido hasta el momento para nombrar a la nueva variante del coronavirus.
El mundo se encuentra en alerta por la aparición de la nueva variante del coronavirus B.1.1.529, identificada por primera vez en Sudáfrica y que ha sido calificada “de preocupación” por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta variante ha sido bautizada por el organismo de las Naciones Unidas como Ómicron, siguiendo la línea de aplicar el nombre de letras del alfabeto griego que instauró el pasado mes de mayo.
La OMS se decantó por esta fórmula para evitar que se asociase directamente a las variantes con el lugar en el que fueron detectadas en un primer momento, ya que consideró que puede provocar que se estigmatice y discrimine a estas poblaciones. De esta manera, por ejemplo, la variante del coronavirus del Reino Unido pasó a ser conocida oficialmente como Alfa; la de Sudáfrica, Beta; la brasileña, Gamma; y la India, Delta.
Desde entonces la Organización Mundial de la Salud ha seguido esta estrategia y ha empleado el mismo criterio para nombrar a la nueva variante que ha puesto en guardia a las autoridades sanitarias de todo el planeta. No obstante, la OMS no ha mantenido esta vez el orden del alfabeto griego que seguía hasta ahora.
A la hora de elegir la denominación de esta nueva mutación originada en el sur de África, esta institución ha optado por saltarse dos letras, rechazando llamarla 'Ni' o 'Xi', las opciones que teóricamente la correspondían según el orden seguido desde el pasado mes de mayo y hasta este momento.
La razón para esta decisión tiene relación con otras implicaciones que podrían tener estos nombres. Así, la OMS descartó bautizar a la nueva variante con la letra ‘Ni’ a causa de su pronunciación: ‘Nu’. El motivo es que en los países anglosajones podría confundirse con la palabra ‘new’ (nuevo), por lo que se acordó no utilizarla, a pesar de ser la siguiente de la lista.
Asimismo, se desechó la posibilidad de nombrarla ‘Xi’ por tratarse de un apellido muy común en algunos países asiáticos. De esta forma, se quiso evitar cualquier tipo de ofensa a nivel cultural, social, nacional, regional, profesional o de etnias.