Ómicron, la nueva variante del SARS-CoV-2, está siendo un quebradero de cabeza para científicos y laboratorios. La alta transmisibilidad de la variante y su gran número de variaciones la hacen impredecible y preocupan sobremanera a la comunidad científica. De hecho, un gráfico elaborado por John Burn-Murdoch, del Financial Times, muestra cómo las cifras de ómicron aumentan rápidamente cada día.

Según el periodista, experto en periodismo de datos, hay que actuar con prudencia y precaución, ya que estos datos iniciales pueden variar más tarde. Pero, en principio, esta variante tiene un mayor riesgo que otras como alfa o delta, las otras que más incertidumbre han causado, ya que el inicio de ómicron es mucho más explosivo que el de estas.

En el gráfico, Burn-Murdoch compara la evolución del porcentaje de secuencias genéticas de cada variante en Sudáfrica (donde se ha descubierto ómicron) desde que superaron el 1% del total. Alfa y delta terminarón siendo mayoritarias, pero necesitaron más tiempo que ómicron para ser dominantes. "Las cifras están aumentando de verdad. Martes 868, miércoles 1.275 y la cifra del jueves: 2.465", ha señalado el periodista.

¿Actuar o esperar?

Ante esta situación, la pregunta que se plantea es si esperar a tener más información sobre esta nueva variante para saber hasta dónde llega su riesgo o actuar lo más pronto posible. Para Burn-Murdoch, la respuesta es clara: "Es mejor prevenir que curar". Según sus datos, ómicron compite con el resto mucho más rápido que sus antecesoras, por lo que lo mejor es actuar de inmediato.

Ómicron fue descubierta en Sudáfrica en muestras tomadas desde el 14 de noviembre. Tras examinar su genoma, los científicos identificaron 32 mutaciones en la proteína espiga, lo que supone "un gran salto en la evolución del virus", según Tulio de Oliveira, director del centro de investigación y secuenciación KwaZulu. En todo el país sudafricano, el jueves no había una decena de casos secuenciados de ómicron. Días después, solo en la ciudad de Gauteng hay 77 genomas, lo que hace pensar que está muy extendida en el país.

Pfizer y Moderna reaccionan

Esto ha hecho que los laboratorios se pongan manos a la obra para intentar controlar desde el inicio esta nueva variante. Por ello, Pfizer y BioNTech ya investigan ómicron y esperan tener la información suficiente en dos semanas. Una vez recabados todos los datos del análisis, trabajarán para tener adaptada su vacuna a la nueva variante en un plazo estimado de 100 días.

Moderna, por otra parte, seguirá tres líneas de actuación. El laboratorio estadounidense se encuentra, al igual que el alemán, en plena investigación sobre ómicron. Sin embargo, ambas difieren en su estrategia. Moderna no da fecha estimada para la solución, pero sí establece tres opciones para combatir a la variante: adaptar su vacuna, aplicar una dosis mayor de la actual inyección o dos candidatos de refuerzo multivalente que incluyen algunas de las mutaciones virales presentes en la nueva variante.