Nuevo giro de guion en el tablero de juego de la pandemia. La aparición de una nueva variante 'de preocupación', como la ha calificado la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha provocado las primeras reacciones a nivel mundial: los 27 países de la Unión Europea prohibirán los vuelos a Sudáfrica, país donde se han detectado más de 100 casos de esta variante (nombrada Ómicron), y a Botsuana, Esuatini, Lesoto, Namibia, Mozambique y Zimbabue.

A la espera de nuevas evidencias científicas que aporten nuevos datos de las 32 mutaciones en la proteína de pico que presenta esta variante, la OMS asegura que "se ha detectado a tasas más rápidas que los aumentos repentinos de infección anteriores, lo que sugiere que esta variante puede tener una ventaja de crecimiento".

Uno de los grandes expertos a nivel europeo, el virólogo Christian Drosten, ya se ha manifestado sobre esta nueva variante de la COVID. "Actualmente no hay evidencia de un cambio en la gravedad de la enfermedad", dijo Drosten a la Agencia de Prensa Alemana (DPA). En su intervención ante los medios, el experto asegura que "los cambios en el genoma, por sí solos, no son suficientes para hablar de una situación preocupante", ante los cambios que indican que podría escapar a las defensas generadas contra la COVID.

La vacunación, clave

Generalmente, estas mutaciones en los virus se producen cuando hay más circulación del mismo. Por ello, el experto aboga por las vacunas como principal forma de contener la pandemia, sea esta variante nueva o cualquier otra que pueda surgir. "Tal como están las cosas, deberíamos asumir que las vacunas disponibles seguirán protegiendo", asegura. Mientras tanto, los futuros estudios sobre la variante confirmarán si afecta o no a la protección que ofrecen las vacunas.

De esta forma, apunta el virólogo del hospital Charité de Berlín, "la mejor protección, incluso contra la nueva variante, es por tanto cerrar todas las brechas de vacunación en la población y administrar rápidamente las vacunas de refuerzo".

En los últimos meses, Sudáfrica experimento una gran ola debido al impacto de la variante Delta en el país, recordó Drosten. El incremento de casos de las últimas fechas, con la variante Ómicron ya muy presente, podría explicarse de la siguiente forma según asegura el virólogo. "Dado que la actividad infecciosa se ha reducido mucho recientemente, es concebible que los nuevos brotes emergentes puedan parecer exagerados en un contexto muy pequeño de otros virus, y esto apenas se notaría en otros países donde un nivel actual de infección más alto". Los contagios en el país africano están, en su mayoría, a esta variante que cuenta con 32 mutaciones.