Los posibles efectos secundarios son similares a los que tiene la vacuna administrada para los adultos. Entre los síntomas más comunes, destacan la fiebre, dolor de cabeza, dolor e inflamación en el lugar en el que se administra la dosis, y dolores musculares, tal y como recoge la EMA en un comunicado oficial.
Además, la EMA aclara que la dosis debe administrarse bajo supervisión médica, y con el tratamiento médico adecuado. Por otro lado, sostiene que los beneficios de la vacuna "son mayores que sus riesgos", y es el motivo por el que la Agencia recomienda su uso para este grupo de población.