Cocina de gas, vitro o inducción: con cuál de ellas sale más caro cocinar y en qué se diferencian
Estas son las diferencias entre las cocinas de gas, vitro e inducción, y la opción más económica debido a su coste y consumo de energía.
La elección de electrodomésticos es fundamental a la hora de afrontar cambios o reformas en nuestra cocina.
La cocina de inducción, opción más cara
Por ser la más opción más moderna y por su elevado coste de instalación, la cocina de inducción es la opción más cara para el consumidor en comparación a las cocinas de gas y a la vitrocerámica, especialmente si la placa de inducción es de última generación. Pese a ello, su bajo consumo energético es una de sus principales ventajas.
¿En qué se diferencian los tres tipos de cocina?
El precio de instalación no es el único factor diferencial de cada tipo de cocina. Su consumo, su calentamiento y el uso de los diferentes recipientes para cocinar son elementos a tener en cuenta a la hora de decantarnos por un determinado tipo de cocina.
Por ejemplo, en el caso de la cocina de gas, su consumo es bajo, además de que tarda poco en calentarse y es válida para cocinar con cualquier tipo de utensilio y para realizar cualquier tipo de guiso. A diferencia de los otros dos tipos, su menor seguridad al usar fuego y su mayor dificultad al limpiar es uno de sus principales inconvenientes.
La vitrocerámica, a diferencia de la cocina de gas, gana en cuanto a seguridad y mayor facilidad para limpiar la placa, son más baratas que la cocina de inducción son compatibles con ollas y sartenes. Sin embargo, es la cocina que más tarda en calentarse y la que consume mayor electricidad cuando se calienta la placa.